Carlos Arce Macías / La caja de Pandora

AutorCarlos Arce Macías

La semana pasada, el Secretario de Hacienda tomó la llave, la introdujo en la cerradura y abrió la caja de Pandora al anunciar medidas proteccionistas para la industria del calzado. Los mecanismos recientemente decretados contravienen la política de apertura y reducción arancelaria adoptada desde los años 90 del siglo pasado, y envían un hálito de resurrección a las ancestrales y dañinas políticas proteccionistas.

Así se decidió ante las exigencias de los industriales del calzado, específicamente los asentados en León, que entrará en elecciones municipales en 2015. Los problemas de esta industria frente a la competencia, sobre todo asiática, son evidentes; pocos países pueden competir contra los orientales en este sector. Pero, por otra parte, los consumidores se benefician con esta competencia, al obtener mejores precios.

Los industriales han denunciado la subfacturación de las importaciones como la causante de su pérdida de mercado, pero ésta no ha sido comprobada por las autoridades. La subfacturación es un delito y debe de ser combatido por los medios idóneos, pero sin afectar el libre comercio. Llama la atención que haya una reacción gubernamental tan contundente, sin tener confirmados casos claros de subfacturación.

Ahora bien, las medidas decretadas resultan a todas luces sospechosas. Imponen los siguientes trámites: inscripción en padrón de importadores de sectores específicos, precios estimados y precios de alerta, permisos previos automáticos y reducción del número de aduanas para el acceso del calzado importado. Es incomprensible fijar procedimientos engorrosos para intentar detectar subvaluación. ¿Qué no es más sencillo investigar a importadores sospechosos? ¿Por qué imponer más trámites a la mayoría de importadores que seguramente operan legalmente? ¿Por qué desplazar del comercio legítimo a pequeñas empresas importadoras que no resistirán la imposición de las nuevas cargas administrativas? ¿Por qué suspender la desgravación arancelaria del calzado, con un arancel del 21.54%, mientras que el textil es de 6.34%? ¿Qué tiene que ver esto con la subfacturación?

Pero, bueno, han decidido desplegar el abanico de nuevos trámites de importación para combatir las prácticas comerciales lesivas al zapato nacional, sin prever que los demás sectores exigirán el mismo trato. La caja de Pandora estará abierta... al proteccionismo.

La medida gubernamental transmite un pésimo mensaje...

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