Al cargar gasolina... de seguro te roban
| Autor | Osvaldo Robles / El Norte; Iván Sosa / Reforma, Cristopher Sainz / Mural, con información de Verónica Ayala y Alberto Rodríguez |
Cargar gasolina en las tres principales ciudades del País es casi sinónimo de robo... y la víctima siempre es usted.
La leyenda "litros de a litro" es sólo una frase publicitaria en muchas de las estaciones de servicio, pues de 90 visitadas en una investigación periodística realizada por Grupo REFORMA en Monterrey, el Distrito Federal y Guadalajara, en 74 gasolineras se surtió combustible de menos, alcanzando lo robado hasta 4.25 litros, equivalentes a casi 58 pesos.
Acompañados de Notarios Públicos que certificaron cada paso del proceso y utilizando un vehículo modificado al que se le acondicionó un tanque de gasolina especial, que permite extraer íntegramente para su medición los litros comprados, periodistas encubiertos cargaron 40 litros de combustible en 90 gasolineras de las tres principales ciudades del País (30 en cada ciudad).
Las gasolineras fueron elegidas de manera representativa. Se surtió tanto gasolina Magna como Premium.
De las tres ciudades, Monterrey se erigió como la campeona de los litros incompletos, pues ninguna de las 30 gasolineras investigadas surtió lo pagado, y los faltantes oscilaron desde 430 mililitros, en el mejor de los casos, hasta 4.25 litros, equivalente a 57.63 pesos menos.
En la Ciudad de México, 21 de las 30 gasolineras despacharon litros incompletos, con faltantes que fueron de 220 mililitros a 3.61 litros.
En la zona metropolitana de Guadalajara, 23 de los 30 puntos de venta evaluados dieron gasolina de menos, con un rango desde 270 mililitros hasta 3.12 litros.
La Norma Oficial NOM-005-SCFI-2011 permite una variación para las bombas despachadoras de 100 mililitros de más o de menos por cada 20 litros, esto es, para la investigación de Grupo REFORMA, el faltante "aceptable" sería de 200 mililitros.
Setenta y cuatro de las 90 gasolineras rebasaron este rango "tolerable" y en ninguna de las 90 investigadas en las tres ciudades se le surtió al automovilista un mililitro de más.
Para realizar la investigación se acondicionó el vehículo compacto con un tanque de gasolina especial conectado a un contenedor de 50 litros, en el que se depositó el combustible directamente desde la bomba en cada una de las gasolineras.
Posteriormente, la gasolina fue vaciada en una jarra patrón de acero inoxidable, un instrumento de medición certificado por el Sistema Nacional de Calibración e idéntico al utilizado por la Profeco en las verificaciones oficiales.
Esto se repitió en los 90 ejercicios.
Todo el proceso, desde la...
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