Caras vemos, mañas no sabemos

AutorEsther González Jacques

En tus viajes no debes bajar la guardia, porque hay quienes aprovechan los estados de distensión para robar o timar.

En el Reino Unido, por ejemplo, el departamento de seguridad pública promovió una campaña publicitaria denominada "Bye pod" para reducir los índices de criminalidad en robo a lectores de mp3, un artículo tecnológico muy popular entre pobladores y turistas.

La idea de esta operación es quitarle tentaciones al ladrón callejero y evitarte el coraje de perder la información que contiene tu reproductor con las horas que invertiste al cargarlo.

Específicamente en Londres, la zona turística que se ubica entre las avenidas de Whitehall y Piccadilly Circus es considerada como una de las más peligrosas para los visitantes; se trata de un área obligada para los extranjeros porque aquí se encuentra el Palacio de Buckingham, los museos, el Big Ben y la Abadía de Westminster, pero también es donde los paseantes están más relajados.

Tiendas y restaurantes advierten por altavoz o en pizarrones electrónicos que no descuides tu bolsa. Te recuerdan en cada momento que no permitas el ataque de carteristas o personas que arrebatan mochilas. Y en la esquina de la fuente del "Ángel de la caridad cristiana" (Piccadilly Circus y Regent Street) encontrarás el lugar en el que más robos a turistas se denuncian porque es el sitio que concentra los centros comerciales.

Cuando el río suena

La avenida Atlántica es la vía más transitada por los turistas de Río de Janeiro, pues recorre la playa y los lleva a las zonas de Copacabana, Le Blon y Tijuca, sitios a los que todos sueñan con llegar para seguir los pasos de la chica de Ipanema.

En la esquina que esta calle hace con la Rua Bolívar se establece un mercado de artesanías y souvenirs donde los viajeros se reúnen para llevar algún recuerdo y es aquí también donde los rateros arrebatan las bolsas en segundos y desaparecen como relámpago.

Al visitar esta zona, es importante estar alerta sobre quienes te rodean; debes mirarlos a los ojos porque, si son delincuentes, eso los avergüenza un poco y los intimida para lo que planean hacer.

Un viejo truco para estafar a turistas de la zona lo llevan a cabo los vendedores de billetes de lotería; la primera vez notarás que uno se da la vuelta y sin querer tira algunos boletos; cuando le avisas lo sucedido, alaba tu acto, te dice que debes estar de suerte por darte cuenta y te recomienda comprar un cachito sin dejar pasar esta oportunidad que te da el destino.

Seguro...

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