La otra cara del maestro

Gilberto MolinaMÉXICO, D.F., mayo 15 (EL UNIVERSAL).- Aurelio Ramírez está convencido de que eligió bien, aunque sabe que su profesión es sinónimo de vándalo y rivaliza con la política en el sótano del desprestigio. Se necesita vocación para ser maestro y más aún de Michoacán, uno de los “focos rojos” en el país por la violencia del crimen organizado.

Es coordinador de la sección 18 de la CNTE, el llamado “magisterio disidente”, que decidió acampar en el Zócalo en busca de lo improbable, que se abrogue la reforma educativa declarada ya como constitucional.

Aurelio suma 29 años de labor en una escuela secundaria de Cojumatlán de Régules, localidad ubicada a media hora de la ciudad de Sahuayo, donde reside. Su esposa, con doble plaza, lo tiene un poco más complicado.

“Ella tiene que trasladarse de Cojumatlán a una comunidad llamada La Puntita. A veces tiene que pagar taxi, irse de ‘raid’ o caminando una distancia de cuatro kilómetros”. No hay de otra, dice.

Y es que ser maestro también es sinónimo de temerario.

“Hace unos días balacearon la presidencia municipal de Cojumatlán y desalojaron la de Sahuayo. Dijeron que la iban a ‘fumigar’, pero también hubo versiones de que grupos criminales iban a realizar actos de violencia. En Apatzingán los profesores han dejado de laborar por los enfrentamientos que se han registrado. Por su seguridad y la de los niños han suspendido labores”.

Sin embargo, afirma, vale la pena ser maestro en dos sentidos: enseñar en el aula y con el ejemplo de las movilizaciones, porque la lucha rinde sus frutos.

Lo que no se veMichoacán es la décima entidad de México con mayores índices de marginación, de acuerdo con su tasa de pobreza del 54.7 por ciento. Entre sus preocupaciones, los padres de familia tienen una menos, los útiles escolares son gratuitos en todo el estado y, en 30 municipios, también los uniformes para sus hijos.

Si bien no se trata de un apoyo respaldado por una ley, la CNTE ha logrado que el compromiso se convalide año con año mediante un acuerdo con el gobierno local.

“Tenemos útiles escolares para todos los alumnos de educación básica (…) Cada año se tiene que suscribir en una minuta lo que hemos logrado, tanto por la representación de los maestros como por el gobierno”, presume Aurelio.

Esto se ha dado gracias a la presión que ejercen, algo que no es nuevo en la historia del país aunque hoy se haya olvidado, lamenta.

Habría que recordar que dentro de los movimientos...

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