Nombres, Nombres y... Nombres/ Los abusos para captar pensionados, un estímulo para que el IMSS aplicara el artículo 61 de su Ley
| Autor | Alberto Aguilar |
EN LOS ULTIMOS días, el gremio asegurador arreció fuerte una serie de denuncias contra el IMSS, con respecto a un súbito cambio de reglas para asignar pensiones por invalidez, esto como resultado de la carencia de recursos de ese instituto que dirige Santiago Levy.
El presidente de AMIS, José Luis Llamosas, habló de un repentino cambio de las reglas que se establecieron en 1997 por parte del Gobierno y conforme a las que aceptaron invertir 13 instituciones que hoy forman el sistema de rentas vitalicias.
Según su denuncia, hay la posibilidad de que algunas de éstas cierren, debido a que no podrán sobrevivir con un ritmo de apertura de apenas 200 casos mensuales. Se asegura además que los pensionados son engañados y que a la postre recibirán hasta 30 por ciento menos en un 75 por ciento de los casos. Hasta ahora el número de pensiones que se han generado en el IMSS desde mediados de 1997 ascienden a 126 mil 849 y de estos 49 mil 259 fueron por invalidez, que son los que se encuentran en medio de esta controversia. Eso significa un promedio de casi 800 pensiones por mes, cuatro veces más que la cifra que según Llamosas hoy se tiene.
El resto de las pensiones son por viudez que llegan a 50 mil 275, riesgos de trabajo con 12 mil, ascendencia 7 mil 921, orfandad 4 mil 592 y vejez y cesantía 2 mil 680.
Expertos del IMSS no niegan que sus restricciones presupuestales obligaron a revisar el sistema de pensiones por invalidez, de ahí la aplicación del artículo 61 de su ley. Conforme al régimen de 1973 es el Gobierno federal el que absorbe el impacto económico de las pensiones.
Sin embargo, no fue la única motivación. Ya que igualmente se encontraron excesos en la competencia que han tenido las empresas de rentas vitalicias.
Hoy en ese mercado participan entre otras Banamex, Bancomer, Porvenir GNP, Allianz, Banorte Generali, ING Comercial América, Principal, Génesis, Serfin e Inbursa.
Según esto hay pruebas de que los trabajadores han sido influenciados por algunos de estos actores para desechar de antemano el régimen de 1973, más allá de si les conviene o no. El gancho son estímulos económicos diversos, desde la entrega de automóviles, hasta dinero en efectivo, seguros de vida o becas educacionales para los hijos.
Se ha llegado a tal extremo que los agentes de estas compañías llegan a cercar al trabajador incluso desde antes de que a éste se le declare la invalidez. No debería ser así, puesto que un beneficiario debería ponderar primero la...
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