Captan al Campeche de carne y hueso

AutorBlanca Ruiz

"¿Va a querer agua marchante?", ofrece todos los días don Candelario, quien vende agua de lluvia por las calles de Campeche, acompañado de su yegua "Yolanda".

"Bendita eres entre todos los frijoles, perdón, entre todas las mujeres", dijo una vez doña Ofelia, la rezadora que compone versos y los canta con guitarras y violín.

"Hay que aprender algo para salir de la jodidez", afirma don Ramón, el talabartero.

Ellos son tres de los 10 personajes que habitan las páginas del libro Sombras de mi ciudad, Campeche, de Guillermo Castrejón.

A diferencia de otras publicaciones dedicadas a una ciudad, aquí no hay una visión turística sobre las "bellezas" naturales, sino un acercamiento a los hombres y mujeres de carne y hueso, que contribuyen a que Campeche sea más bello.

Aún cuando Castrejón no nació en Campeche, por el contacto que ha tenido con la gente se siente parte de esta urbe.

Tal vez los pobladores de la ciudad de las murallas fueron quienes "atraparon" a Castrejón y no al revés. Y éste, experimentado en la fotografía de prensa, se acercó a ellos sin el afán de mostrar "una noticia", sino una decena de historias, en un ensayo documental que podría inscribirse dentro de la antropología social.

El libro, prologado por Brígido Redondo, cuenta con textos de Juan José Guillén, que narran el quehacer de cada personaje, en una edición promovida por instituciones públicas y privadas de Campeche.

La coordinación y corrección de textos estuvo a cargo de Eleazar López Zamora y la edición y diseño fue responsabilidad de David Maawad.

La publicación, impresa en blanco y negro, cuenta con un tiraje de 2 mil ejemplares y ya se encuentra en las librerías.

Sombras nada más.

"Yo quise retratar a la gente en su trabajo, su casa, en su cotidianeidad, para hacer un testimonio gráfico de estos personajes tan importantes, tan vitales de Campeche".

Inicialmente, Castrejón llegó a la ciudad en 1997 para registrar la campaña del actual Gobernador, Antonio González Curi, y poco a poco empezó a dirigir su cámara hacia aquellas personas que generalmente permanecen alejadas de los reflectores.

Entre 19...

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