CAPITANES
Ángel Losada
El capitán de Grupo Gigante saca punta a su lápiz. Él y su equipo analizan la posible compra de la mitad que aún no tiene de Office Depot en México y Sudamérica, ahora que su socio, Office Depot Inc., negocia una fusión internacional con Office Max. A río revuelto...
NEGOCIO IRRACIONAL
Sólo por un momentito imagine que no trabaja por dinero. Que lo hace para divertirse, por ayudar, sin que eso signifique quedar pobre.
Tome como ejemplo a Gabriela Enrigue, así, con ge. Ella es una treintañera egresada del ITAM que ya encontró el modo.
Encabeza Prospera, una organización que capacita a familias para que armen su negocio basadas en lo que hacen mejor y obtiene ingresos por dos vías.
Primero, las clases. Prospera cobra "colegiatura" por cada estudiante. ¿Quién los paga? Empresas como Bimbo que espera que las comunidades en las que vende no se empobrezcan para que no caiga el negocio. Luego, a sus egresados, Prospera les consigue clientes. Una vez hechas las ventas, cobra una comisión.
Considere el caso de Celia Ramírez, quien llegó a Prospera harta de no conseguir trabajo como secretaria en Guadalajara, luego de huir de la violencia social en Baja California. Ella sabía hacer coyotas, una especie de empanada redonda.
Enrigue consiguió que empresas como Intel y GE las compren y las den a sus empleados en la cafetería de la oficina, para mostrar su preocupación por la sociedad. Las coyotas tuvieron demanda.
Celia Ramírez amplió su menú. Ahora ofrece verduras deshidratadas y dulces de amaranto.
Por Prospera ya pasaron 3 mil "alumnos", autoempleados que quieren brincar a microempresas. De estas últimas ya lanzó 125.
¿Quiere que prospere Prospera? La organización fue seleccionada entre más de 220 como la única mexicana para participar en la aceleradora internacional de empresas sociales The Unreasonable Institute, en Boulder, Colorado.
Para ir, debe reunir 15 mil dólares de aquí a fin de mes. Pero de eso y de su vínculo con Google, mañana platicamos.
DÓLARES ATRAPADOS
Usted no sufre por estas cosas, pero ¿puede imaginar lo difícil que es adquirir dólares en Venezuela?
Parecería un asunto lejano, pero en esos países sufren personajes tan cercanos como José Antonio Fernández Carbajal y la familia González, dueña de Gruma, propietario de Maseca.
Va un ejemplo. Si usted reuniera hoy las ganancias que obtuvo durante el 2012 para traerlas a México en dólares, tendría que esperar unos 200 días para que le liberen esa moneda estadounidense.
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