CAPITANES

Vivir de las rentas

Esto es lo más parecido a jugar Monopoly, pero de verdad.

Es posible que usted cuente con 5 mil pesos en su cuenta del banco.

La buena nueva es que por ahí del 4 de enero usted podrá comprar un centro comercial con ese dinero y empezar a cobrar rentas. Bueno, no todo el centro comercial, claro, pero sí una parte proporcional, y gozar de todos los derechos. Va la idea.

Ya usted ha escuchado sobre las Fibras, seguramente. Su llegada a la Bolsa fue prometida desde hace muucho rato.

Para usted representarán fracciones de propiedad sobre inmuebles que estarán disponibles en la Bolsa Mexicana de Valores, que encabeza Luis Téllez, a partir de enero.

Si invierte en la primera colocación de este tipo, literalmente, usted tendrá una participación en la propiedad de 16 inmuebles repartidos en lugares como el DF, Guadalajara, Estado de México, Cancún, Chetumal y Tuxtla.

Estas propiedades hoy cuentan ya con 600 inquilinos, industriales y comerciales, que pagan renta.

Hablamos de empresas como Liverpool, Soriana, Cinépolis o Bimbo, que ocupan locales o plantas industriales y que pagan cada mes.

Estos bienes son hoy propiedad de distintas personas, pero las mismas buscan convertir parte de su propiedad en dinero, a través de las Fibras.

Por eso, cederán parte de sus derechos a gente como usted, que se convertiría en socio.

La colocación en Bolsa de estas propiedades la hará Protego, de Pedro Aspe. André El-Mann, un experto en la materia, administrará los inmuebles y mantendrá una propiedad sobre los mismos, lo que es promesa de que no decaigan.

Del cielo al infierno

Ya que andamos con las novedades de Protego, recuerde que ayer le hablamos del diablo.

El DIABLOI 10, que colocó esta empresa en octubre, se complementa con el ANGELD 10, que instaló en la pizarra de la Bolsa paralelamente.

¿Qué hay de ellos? El primero, como ya le avisamos, juega a la inversa de lo común.

Si la Bolsa cae, el Diablo le entrega rendimientos a los inversionistas de este ETF o Trac. Si sus índices aumentan, como ha ocurrido recientemente, el inversionista pierde.

De ahí viene la "I" de su nombre, de inverso.

Pero el Ángel entrega rendimientos del "doble" del aumento de los índices de la Bolsa. Es fácil imaginar de dónde viene la "D".

Hay un riesgo. Si invierte en Ángeles, las pérdidas también son del doble. Se trata de ponerle emoción al asunto.

Ahora piense en un ejemplo hipotético más allá de la compra simple de un Diablo.

Quien invierta en una empresa en...

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