CAPITANES
Saba por Benavides
Todo apunta a que el día de hoy se dé a conocer que el Grupo Saba, que encabeza Manuel Saba, se queda con el control del consorcio chileno Farmacias Ahumada (Fasa), propietario de Farmacias Benavides.
La cadena presidida por Enrique Cibié había sostenido negociaciones, además, con empresas y fondos de Estados Unidos, pero al final se inclinó por el grupo mexicano, que compitió contra ellos cuando tomaron el control de Farmacias Benavides en 2002.
El grupo controla 710 farmacias en México, 351 en Chile y 182 en Perú.
Poco más del 50 por ciento de sus ingresos provienen de nuestro País; cerca de 40 por ciento, de Chile, y el resto de Perú.
De este modo, Casa Saba estaría por poner un pie en un nuevo negocio, además de la distribución de medicamentos, que es su giro principal, así como el de la distribución de revistas y alimentos, y el inmobiliario.
Fasa vendió el año pasado el equivalente a mil 660 millones de dólares.
Los últimos datos financieros de la empresa indican que el valor del capital de la compañía es de alrededor de 125 millones de dólares y las negociaciones apuntaban a que se pagaría alrededor de 4.7 veces el valor en libros por la adquisición del grupo, de modo que se habla de una operación que podría cifrarse entre 580 y 590 millones de dólares.
Como ambas empresas son públicas, se estima que a la apertura de los mercados, este lunes surja información oficial respecto a esta transacción que se habría cerrado el fin de semana en Santiago, la capital chilena.
Así que, tras 8 años, Benavides volvería a manos mexicanas.
Bicoca olvidada
Consorcio Ara, de Germán Ahumada Russek, debe ir muy bien.
No hay otro modo de explicarse por qué esta constructora de vivienda tomó con ligereza unos 91 millones de pesitos que se le quedaron ahí, en una transacción.
Los ociosos que revisaron las notas de los estados financieros consolidados de la compañía, publicados el jueves en el Diario Oficial, encontraron una operación curiosa.
La empresa la registró en su apartado de "contingencias".
Todo empezó en septiembre de 2008, unos días antes de que estallara la crisis económica que todavía nos tiene con cara de ayuno crónico.
Ese mes Ara pagó un anticipo de 91.5 millones de pesos por la compra de un inmueble en Cuautitlán Izcalli.
¿A quién cree que le extendió el cheque? ¡A Controladora Comercial Mexicana, de Guillermo González Nova!
Por eso en noviembre de ese año, cuando Comerci se balanceó al borde del abismo por la explosión...
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