CAPITANES
Bartlett y la patria
¿Usted sabe en qué anda Manuel Bartlett? De ser el caso, avísele que ahora tiene una deuda.
Este político se hizo célebre hace algunos años por convertirse en el paladín del nacionalismo petrolero mexicano y tirarse duro y a la cabeza en sus tiempos de legislador contra los Contratos de Servicios Múltiples que realizó Pemex.
¿Los recuerda? Fue el modo de contratación de petroleras lanzado por la paraestatal en tiempos foxistas para producir gas natural en la Cuenca de Burgos, cerquita de Texas.
En esos días, Bartlett y otros legisladores promovieron una demanda civil para cuestionar los citados contratos.
Se fueron en particular contra el contrato que ganó en 2003 el consorcio DS Petroleum, integrado por la brasileña Petrobras, la japonesa Teikoku Oil y la mexicana Diavaz, de Luis Vázquez.
En equipo, estas tres empresas comprometieron inversiones por 265 millones de dólares a 15 años, para perforar 100 pozos en un área de 231 kilómetros cuadrados.
La demanda rebotó durante años entre tribunales.
Pero cobró un poco de bríos al final del año 2006, cuando un tribunal colegiado revocó el fallo inicial del juez Fernando Rangel.
Él desechó la demanda por considerar que los legisladores carecen de personalidad jurídica para defender los "intereses de la Nación".
Pero el litigio acabó este martes, ...¡por caducidad!
Eso quiere decir que Bartlett y sus muchachos dejaron pasar más de un año sin hacer una sola promoción ante el juzgado para impulsar el procedimiento que, por tanto, se da por extinguido.
El juez Rangel también condenó a los demandantes a pagar costas judiciales a Pemex y DS Petroleum, que pasaron 6 años gastando dinero en este asunto.
¿Cuánto apuesta a que los defensores de la patria no pagarán ni un peso? Faltaba más.
Amarga incoherencia
Si le sacaba usted la vuelta a los sustitutos de azúcar porque resultaban más caros que el tradicional endulzante, vaya pensando en cambiar su despensa.
Parece que la situación se ha invertido.
Un kilogramo de endulzante promedia hoy 21 pesos en el supermercado.
Mientras, medio kilo de su competencia, que promete endulzar igual o más que un kilo de azúcar, puede usted encontrarlo en 16 pesos.
Los sustitutos llevan implícito el uso de tecnología para eliminar las calorías y su costo de producción es mayor que al producir el azúcar tradicional en un ingenio.
¿Entonces por qué es más barato?
Recuerde que los productores de caña, liderados por Carlos Blackaller, no quieren que los...
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