“Odile”, caos y desaliento

(18 del Tercer Presupuesto; MATERIAL EXCLUSIVO PARA MEDIOS IMPRESOS. QUEDA PROHIBIDA SU PUBLICACIÓN EN INTERNET)

Julián Sánchez, enviado

LOS CABOS, BCS., septiembre 18 (EL UNIVERSAL).- “Deben ayudar también a los pobres, a los que el huracán se llevó sus casas, no sólo a turistas. Que venga Peña Nieto a ver cómo nos quedamos sin nada, sin casa, agua, sin comida, sin muebles”, sostuvo Alejandra Soto García, quien hasta antes del domingo tenía su vivienda en la colonia La Ballena.

Como esta colonia, a 4 kilómetros, se encuentra El Vado de Santa Rosa, un asentamiento donde en su mayoría había casas de madera, cartón y lámina, y que quedaron destruidas el pasado sábado con el paso del huracán “Odile”.

En esos sitios se han quedado sin agua, mientras las tiendas de conveniencia cercanas quedaron también destruidas y fueron totalmente saqueadas.

Cerca del aeropuerto, a donde desde el domingo han llegado víveres y agua, apenas este miércoles arribó un camión con algunas despensas, que no fueron suficientes para la fila de más de 300 personas, muchas de las cuales, desesperadas, querían arrebatar las cajas con alimentos que llevaban elementos de Marina y personal de Gobernación.

“Necesitamos agua y comida, no tenemos nada; queremos que nos vengan a ayudar porque todas las casas están tiradas”, comentó Guadalupe Soto.

La mujer de 26 años de edad y cinco hijos se acerca con su esposo a lo que fue su casa, en cuyos restos está amarrado su perro y describe con tristeza que junto a unos pedazos de triplay estaba su recámara y, al lado, el baño, donde se observa el excusado arrancado.

A unos metros, Alejandra García Soto relató que el sábado pasado escuchó cómo el viento poco a poco iba volando las láminas de otras casas, hasta que le tocó a la suya, por lo que salió corriendo con sus hijos y su esposo para refugiarse en la vivienda de una cuñada.

Ebodia Pérez, quien también tenía su casa en La Ballena, coincide en que urge que les den apoyo.“Queremos que nos ayuden. Los niños andan sufriendo porque no tenemos agua ni comida. Andamos buscando agua, pero la que encontramos está sucia, hay que colarla para que se la tomen”.

En el Vado de Santa Rosa la gente también reclama ayuda. Emilia Montes Rojas, quien mantiene a sus tres hijos con lo que gana en el servicio doméstico, señala que no sabe qué hacer ahora que se quedó sin casa.

Corrí con mis pequeños a un albergue, pero éste se encontraba cerrado. Nos quedamos en la calle hasta que llegó un policía...

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