Un caos absoluto

AutorArturo Pérez-Reverte

Arde el pinar por la parte de Chiclana. La humareda de color gris pardo, punteada de vez en cuando por fogonazos de artillería, se extiende suspendida entre cielo y tierra mientras el crepitar de fusiles llega lejano, amortiguado por la distancia. El camino que sube de la costa en dirección a Chiclana y Puerto Real está lleno de tropas francesas que se retiran, en un torrente de fugitivos, carruajes cargados de heridos e impedimenta, y soldados que intentan ponerse a salvo. El caos es absoluto; las noticias, inexactas o contradictorias. Según cuentan, se combate con dureza en el cerro del Puerco, donde las divisiones Leval y Ruffin están en aprietos o han sido batidas ya, a estas horas, por una fuerza angloespañola que, tras desembarcar en Tarifa, avanza hacia Sancti Petri y Cádiz para romper el cerco de la ciudad. También se afirma que los caseríos de Vejer y Casas Viejas han caído en manos enemigas, y que Medina Sidonia está amenazada. Eso significa que todo el arco sur del frente francés en torno a la isla de León puede irse abajo en cuestión de horas. El temor a quedar atrapadas en la costa, cortadas del interior, hace que las fuerzas imperiales situadas entre el mar y el caño Alcornocal se retiren hacia el norte.

Simón Desfosseux camina con la riada de fugitivos, carros y bestias que se extiende hasta perderse de vista. Ha extraviado el sombrero y va en chaleco y mangas de camisa, la casaca al brazo y el sable en una mano, con la correa enrollada en torno a la empuñadura y la vaina. Como centenares de hombres desorientados, el capitán de artillería acaba de vadear, mojándose hasta la cintura, los caños que forman la isleta del molino de Almansa. Su calzón y la casaca están sucios del agua fangosa que le chapotea a cada paso dentro de las botas. El camino es muy estrecho, con marismas y salinas a la izquierda y una pendiente que asciende, por la derecha, hacia un cerro cubierto por lentiscos y matorrales que anuncian el pinar cercano. Hay disparos próximos, tras el cerro, y todos miran en esa dirección...

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