Cañones remojados

AutorMarco Almaraz

Quedarse a un paso del campeonato puede ser motivo de orgullo en muchos equipos, pero jamás produce una entera satisfacción. Más cuando se anda buscando desde hace un "chorro" de tiempo, como es el caso de los Sultanes de Monterrey.

Con sentimientos encontrados, aunque con el paladar amargo, el director deportivo de los Sultanes, Miguel Flores, desmenuzó el desempeño de la escuadra regia, que se volvió a quedar corta en su objetivo de conquistar el décimo título y el primero desde el 2007.

"Así es el beisbol, tienes que seguir mejorando y vamos a hacerlo en todos los aspectos a partir de este martes (en la temporada Otoño 2018)", expresó Flores en Mérida, tras caer en la Serie del Rey 4-3 ante los Leones de Yucatán.

Monterrey se había preparado para esta Final con una escuadra que en el papel se miraba como favorita sobre Yucatán, con peloteros consagrados como Agustín Murillo, Chris Roberson, Ramón Ríos, Ramiro Peña y el campeón bateador del 2017, Yadir Drake.

"Faltó el bateo en esta serie, sobre todo en Mérida", confesó el directivo sultán, "con pocas carreras anotadas es difícil ganar, pero aún así llegamos a un séptimo juego, a un hit oportuno para ganar el partido".

El campeonato habría sido "la cereza en el pastel" para un equipo que se apoderó del liderato desde el primer día y luego, en la postemporada, aniquiló a Monclova y Tijuana, su némesis de años anteriores.

Aquel discurso de "van a sobrar gorras" ya no corresponde a estos tiempos.

Pero ha quedado claro que el décimo campeonato le va a costar sangre a los Sultanes, si quieren probar la gloria en el Torneo Otoño, que ya inicia el próximo martes y por lo pronto con dos pitchers...

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