El cáncer no mató a mexicana, sí el accidente

Alejandra Canchola y Leobardo Marín, reportera y corresponsalTABASCO, Tab., mayo 20 (EL UNIVERSAL).- Luchadora y amante de la vida. Así era Rosa Isela Zavala Franco, quien falleció en el avionazo del viernes en Cuba, adonde la tabasqueña viajaba cada dos meses para aplicarse una vacuna que la ayudara a mantenerse estable frente al cáncer que padecía desde hace 20 años.

Tenía 48 años, era una mujer luchona y nada la detenía, contó uno de sus hermanos, quien detalló que, a pesar de ser madre soltera, Rosa logró sacar a sus cuatro hijos adelante. Trabajaba en el área administrativa de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), pertenecía al sindicato de esta casa de estudios.

Uno de sus hijos, Javier, de 32 años, y quien también es empleado administrativo de la UJAT, aseguró que su madre incluso participaba como voluntaria en algunas fundaciones y asociaciones. "La verdad no sé qué hacer, tengo muchas cosas qué pensar... Era una buena mujer, en verdad, por eso no lo entiendo, no lo asimilo", indicó.

Rosa Isela era contadora pública, creció junto a siete hermanos más; fue la cuarta hija del matrimonio formado por Eduardo Zavala y Ramona Franco; pasó su infancia en una colonia populosa de la ciudad de Villahermosa, Casa Blanca; ahí se formó y decidió quedarse a vivir con sus hijos, a quienes les daba todo, luchaba para que fueran personas de bien.

El cáncer nunca la detuvo, siempre luchó, contó su hermano, quien explicó que ayer les...

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