Campestre y contemporánea
| Autor | Marco Antonio Mata |
Una volumetría sencilla y discreta, forjada con materiales de colores y texturas cálidas, deja ver un estilo contemporáneo-campestre en el Rancho la Pinda, una vivienda situada en el Estado de Guanajuato que fue realizada por los arquitectos Eduardo y Jorge Reims Hernández.
Se trata de una residencia que cumple con el objetivo de unificarse, mimetizarse y ser respetuosa con el contexto para darle cabida a un hogar que se integra con la naturaleza a través de sus muros y volados.
"Queríamos reflejar los gustos e ideales del cliente mediante un proyecto que se adaptara a la tipología del terreno y fuera sumamente respetuoso con el mismo.
"La obra no dañó los árboles existentes, especialmente las dos ceibas que se encuentran en la fachada principal. Una de ellas, como gesto simbólico, quedó abrazada por el portal de acceso y ahogada en un estanque para darle todo el protagonismo", explicó Eduardo Reims.
La obra es un inmueble que está desplantado de forma rectangular en dos niveles y medio. En total tiene mil 100 metros cuadrados cubiertos, que se construyeron en las faldas de una colina dentro de una propiedad privada de tierra con origen guanajuatense.
En el exterior, la vivienda destaca sus grandes paredones de recinto volcánico labrado por artesanos de la región y unido sin ningún ripio ni junta aparente.
"Como complemento a este material, el resto de las fachadas esta forrado con una placa proveniente de España y muros aplanados en color tierra.
"Los recubrimientos en pisos son de recinto volcánico, deck de cumarú, durmientes de madera y grandes macizos de plantas variadas, como helechos, papiros y garras de león", precisó el también socio del despacho Reims Arquitectura, cuya sede está en la Ciudad de Querétaro.
ECLECTICISMO Y SOFISTICACIÓN
Para darle continuidad al diseño, una parte de los interiores cuenta con los mismos acabados usados en el exterior. Los pisos se cubrieron con mármol anticado de importación y duela de nogal al aceite.
Las paredes están repelladas con mortero y pintura en colores cálidos, mientras que los plafones de la planta alta y del salón de trofeos se estructuraron con vigas de madera de pino y duela con acabado natural.
La selección del mobiliario y la decoración interior corrió a cargo de las diseñadoras Claudia Vázquez y María Victoria González, quienes definieron un lenguaje decorativo que engloba y relata la vida campestre y sofisticada con...
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