El camino del sol...

AutorMartha Valdespino

SAN FELIPE DEL PROGRESO.- La travesía entre la sierra parecía interesante, no lamenté madrugar, pues según los guías el recorrido se llevaría tiempo, dudé un poco entre caminar o montar a caballo... decidí subirme a la silla y tomar las riendas.

Me interné en el bosque, la senda de tierra y piedras era estrecha, amurallada por pinos, oyameles, arbustos y musgos.

Daniel, el guía, a veces me seguía a pie, otras se adelantaba para obligar al caballo a apresurarse, la velocidad debía ser la misma si queríamos llegar con tiempo.

Valió la pena el camino, al llegar ante un conjunto de grandes peñas junto a lo que fue una cabaña, dejé mi transporte para comenzar la caminata.

El guía me indicó la dirección entre veredas, de vez en cuando hacía un comentario de cortesía matizado por la tristeza que refleja en su cara polvorienta, ropas rasgadas, sucias y mojadas del sudor de los ocho recorridos diarios que hace hacia el Santuario.

De pronto, se detuvo y me advirtió que las medidas de respeto a la Monarca debían acentuarse, estábamos cerca... no podíamos hablar en voz alta, ni hacer movimientos bruscos, atendiendo a nuestros pasos para no pisar alguna.

En medio del silencio total la sorpresa me sobrecogió, cientos de mariposas subían entre los arboles con un vuelo bajo que casi rosaba nuestras cabezas, parecían jugar con el cielo.

Esquivamos arbustos y musgos de grandes dimensiones para descubrir mariposas "color de sol" entre follajes... hasta llegar a una alfombra de alas naranjas.

La impresión fue mayor al levantar la mirada, millones de ellas volaban sobre oyameles y era tal la cantidad que las ramas se vencían por el peso.

Había un sonido...

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