Un camino de 'calidad'

AutorLiliana Zamora

¿ Qué sucede cuando un artista plástico solicita un espacio en una galería de arte? Una de las quejas cotidianas hechas por los pintores o escultores es el número de requisitos y las altas comisiones que éstos tienen que cubrir a cambio de conquistar o alejar la atención de los espectadores.

Sin embargo, no pueden esconderse los privilegios que este tipo de negocios privados otorgan a quienes son halagados con los comentarios del equipo que tiene la tarea de tomar la decisión final.

"Normalmente nosotros recibimos a los artistas por dos razones: porque vimos su obra en algún lugar o, dos, porque el artista nos busca a nosotros", explica Juan García Jasso, encargado de la Galería Vértice.

Algunas galerías prefieren a los artistas internacionales, otros se inclinan por los locales, o quizás por una técnica definida, lo cierto es que cada uno de los espacios adopta una línea propia que funciona como un mapa para que los pintores o los grabadores encuentren el sitio adecuado según su trabajo.

"Cuando llevé unas obras a Haus der Kunst, al encargado no le agradó mucho mi obra porque, de acuerdo con los planteamientos que él tiene para dirigir su galería, ella no entraba ahí. En ese tiempo mi obra era muy figurativa y según él, desde que abrió su galería tenía trazada una meta: exponer obra más propositiva, de búsqueda y con tendencias más experimentales", dice el pintor Carlos Maldonado.

Calidad. Esta es la palabra que a menudo sale de la boca de los dueños de los foros de arte cuando se trata de encontrar las creaciones que llenarán sus expectativas y las cuales están en busca de ser promocionadas.

"Una de las cosas que a mí no me impresiona tanto son los premios. Una vez me tocó con una pintora que me trajo sus cosas y desde que vino yo vi que sus obras no estaban en la calidad que nosotros estábamos pidiendo y le podría dar otro enfoque a la galería", señala Rosa de Ruiz Rojo, de la galería Ruiz Rojo.

Es mejor esperar la invitación de los galerista, antes de tocar las puertas de sus negocios, según Maldonado, porque llegar a solicitar un espacio menosprecia tanto al artista que se acerca, como a los cuadros que cargan bajo su brazo.

"Es mejor cuando se da un previo contacto con la obra y ya va uno con cita o con invitación que cuando llegas como a ofrecer un producto de puerta en puerta como vendedor de seguros, más bien hay que darle un lugar a la obra y si la obra tiene un lugar, se lo gane por...

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