Cambios obligados

AutorMarco Antonio Martínez

Históricamente tuvo el papel de pilar del sistema político. Pero con Vicente Fox, la Presidencia de México se ha transformado por completo.

El presidencialismo acotado es el principal cambio en estos dos años de gestión del presidente Fox, coinciden los analistas políticos Lorenzo Meyer, Jaime Sánchez Susarrey, Alejandro Poiré y Benito Nacif.

Los cuatro académicos analizan, de manera separada, los cambios operados en el sistema político mexicano desde la llegada a la Presidencia de Vicente Fox, así como el papel del gabinete.

Actualmente, la Presidencia enfrenta a poderes que le ponen freno, si no es que le hacen dar marcha atrás, asegura Lorenzo Meyer, doctor en relaciones internacionales por El Colegio de México. El fenómeno no es nuevo, dice. Surgió desde la Presidencia de Ernesto Zedillo, cuando en 1997 el PRI perdió la mayoría en el Congreso de la Unión.

"Tenemos a un Presidente que ya no controla al Legislativo", señala.

El hecho se remarca por los gobiernos estatales que no están directamente bajo el control de Acción Nacional, partido de Fox, indica el académico. "Las tendencias a que vayan surgiendo los pesos y contrapesos de la democracia se aceleran, se agudizan bajo Fox, aunque vienen de antes", continúa.

El acotamiento del presidencialismo tiene un lado positivo y uno negativo, opina Jaime Sánchez Susarrey, doctor en ciencias sociales por la Universidad de París. "El negativo es que hay una Presidencia debilitada. La Presidencia ha perdido prestigio".

El gobierno de Fox se caracteriza además por ceder a chantajes y presiones de movimientos populares, crítica el profesor de la Universidad de Guadalajara. No obstante, esta situación no es nueva pues también apareció desde el sexenio zedillista, añade. "Alienta una forma de ingobernabilidad. Me refiero a los casos de los macheteros de Atenco y más recientemente a los campesinos de Morelos", advierte.

La dispersión del poder ha traído mayor apertura en la vida política, destaca Benito Nacif, director de la División de Estudios Políticos del Centro de Investigación y Docencia Económicas. "Tenemos una oposición más fuerte, con más recursos, que escrutina el trabajo de la administración, que participa en las decisiones que toma el gobierno mexicano. Esa es la gran diferencia".

La relación entre el Presidente y su gabinete es otro de los cambios, de acuerdo con Alejandro Poiré, jefe de la carrera de ciencia política del Instituto Tecnológico Autónomo de México.

"Tenemos un gabinete que...

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