Cambio de enfoque

AutorRoberto Ramírez

Nada se le escapa al tiempo. A la Ford Escape le llegó la hora de renovarse o morir. Y no murió, renació como un vehículo más moderno, dinámico y civilizado.

La anterior Escape tenía una marcada imagen de SUV, aunque estaba fabricada sobre la plataforma de un auto. Después de todo salió al mercado en el año 2000, como modelo 2001, una época en la que los vehículos deportivos utilitarios con apariencia aventurera aún estaban de moda y todos los fabricantes los querían tener en su gama, aunque sólo lo parecieran, y no lo fueran.

Doce años después las cosas son diferentes. Los gustos de los usuarios parecen haber cambiado y ahora lo que reina son los crossovers, tendencia de la que en Ford están tan conscientes que los llevó a un cambio de enfoque.

Así es como se puede entender el drástico cambio en imagen que ha sufrido la Escape, cuyo anterior diseño invitaba a subir la bicicleta y andar al campo a disfrutar de actividades recreativas al aire libre. El modelo 2013 presume una línea urbana y un aire tecno también, muy acorde con los sistemas de interacción SYNC y MyFord Touch; más para el usuario citadino que para el aventurero.

Su nuevo diseño es más aerodinámico al oponer menos resistencia al viento. También es notoria su menor altura, lo que permite un acceso más fácil, sobre todo para personas de baja estatura.

Ese dinamismo que denotan sus líneas es palpable una vez que el vehículo está en marcha. La sensación es de mayor agilidad, de que está bien plantada en el piso, una invitación al manejo. Y más si se trata del motor 2.0 litros con EcoBoost de 240 caballos de potencia.

Desafortunadamente en primera instancia la Escape 2013 sólo estará disponible con el 4 cilindros atmosférico de 2.5 litros, 168...

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