Cambian por la religión

AutorPaulina Martínez

Al lenguaje de señas le agregó una palabra más: Jehová. Con su mano derecha y levantando el meñique, Bruno Miranda se refiere al Dios a quien dedica oraciones y alabanzas desde hace varios años.

Originario de Tepic, Nayarit, el hombre asegura que su vida cambió a partir de que se integró a los Testigos de Jehová, a quienes conoció a través de una visita de los hermanos a su casa.

Bruno se bautizó en noviembre del año pasado en una asamblea de distrito para sordomudos de los Testigos de Jehová, como la que ayer terminó en el domo del Parque de la Solidaridad, ubicado en Avenida Malecón, en el límite entre Guadalajara y Tonalá.

"Tomaba vino, no estaba bien de mis pensamientos, tenía muchos problemas, tenía relaciones con muchas mujeres, me quedaba tirado en la calle", cuenta el hombre a través de un traductor.

"Me invitan a tomar a fiestas, a tomar vino, pero yo digo que no", agrega.

El domo del Parque de la Solidaridad recibió a mil 300 personas, pero a pesar de su presencia, no había ruido en el lugar, sólo la mirada atenta de las personas que observaban las manos del conferencista principal quien hablaba del papel que tiene Dios en sus vidas.

Bruno nació en una familia católica, y aunque confiesa que al principio le daba miedo lo que le predicaban los hermanos, ahora busca expandir el mensaje de los testigos durante su tiempo libre, cuando no está trabajando como intendente en el DIF de Tepic.

Antes de llegar a laborar y cuando termina su jornada, reparte por una cooperación los folletos y revistas del grupo religioso entre la gente que ve en la calle.

Llegó a Guadalajara junto con 45 personas más de Nayarit, de los cuales 15 son...

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