Algo cambia para que todo siga igual

AutorGuillermo Valdés Castellanos

Normalizada la situación en Sinaloa después de la detención de Ovidio Guzmán, nos daremos cuenta qué poco cambiaron las cosas en materia de seguridad. Lo primero que debe decirse es que llevar ante la justicia, así sea en Estados Unidos, a un capo que contribuye a la muerte de miles de personas vía sobredosis o asesinatos es bueno por definición; se trata de reducir la impunidad, razón para no escatimar el reconocimiento al gobierno. En ese sentido es un logro político de López Obrador, tanto por el hecho en sí mismo, como por dos razones adicionales. La primera, es el operativo fallido de octubre de 2019 cuando AMLO ordenó su liberación; ahora se "sacó la espina" y el Ejército pudo dejar atrás la humillación sufrida. Segundo, porque su captura redujo las presiones que pudo recibir del Presidente Biden durante su visita a México, con motivo de su fallida estrategia para reducir los flujos de fentanilo a Estados Unidos. Hasta ahí lo positivo.

En el resto de los asuntos de la seguridad y justicia, los cambios no serán sustantivos. ¿Qué puede ocurrir en el mundo criminal? La organización de Sinaloa tendrá que ajustar su liderazgo, como lo hizo sin grandes conflictos cuando El Chapo fue detenido y extraditado, ya que es una organización muy sólida debido a su enorme historial y experiencia; saben que las guerras internas son malas para el negocio. Ovidio era parte de la dirigencia junto con sus hermanos, su tío Aureliano y El Mayo Zambada y todos saben que una guerra intestina no les conviene. No obstante que ha habido conflictos entre los hijos del Chapo y El Mayo, lo racional sería que, ante el embate del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se pongan de acuerdo y se mantengan unidos. Si comenzara un conflicto interno, el CJNG y otros grupos estarán tentados a intensificar sus ataques para derrotar a Sinaloa en su lucha por control de plazas y rutas en Zacatecas, Baja California, Sonora y Chihuahua, entre otros estados. Pienso que ganará la sensatez del Mayo Zambada, aunque los hijos del Chapo aún son jóvenes e impulsivos y pudieran actuar en contra de sus intereses.

Con respecto a la producción y el trasiego de drogas, no enfrentarán mayores dificultades, a menos que los detenidos -Ovidio y algunos de sus colaboradores- proporcionen información sobre los laboratorios de fentanilo y sean destruidos por las Fuerzas Armadas. Si esto llegase a suceder, no tardarán en ser repuestos. El principal motor del narcotráfico es la demanda...

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