Cambia ritmo el Centro

AutorRicardo Rivera, Alfredo Páez y Lorena Morales

El ritmo con el que se mueve a diario el Centro de la Ciudad cambió ayer.

Ante la convocatoria nacional para la marcha en protesta por la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, el habitual tráfico y el ruido de claxones estuvieron ausentes, al igual que los clientes en cafeterías, restaurantes y tiendas del corredor Polanco-Reforma-Centro.

Los comercios del Centro Histórico estuvieron desolados, pues para prevenir actos vandálicos, decenas de negocios ubicados sobre Paseo de la Reforma, Avenida Juárez, Hidalgo y 5 de Mayo fueron resguardados con vallas metálicas.

La estrategia provocó confusión entre oficinistas y visitantes, y los negocios resintieron la caída de hasta 80 por ciento en sus ventas.

"Las ventas bajaron alrededor del 80 por ciento, todo el día hubo marchas y estuvimos alerta para bajar las cortinas y sólo dejar una entrada para que pasaran los clientes.

"Pero hubo confusión y mucha gente pensó que estábamos cerrados", aseguró Gerardo Aguilar, trabajador del Café Popular.

También hubo algunos establecimientos que decidieron arriesgarse y dejar abiertas las puertas, pues dijeron, debían sacar el gasto de la renta y los sueldos de sus empleados.

"No tenemos de otra, tenemos que abrir porque si no nos obligarán a cerrar, nosotros rentamos de 35 mil a 40 mil pesos cada mes y cada vez son más frecuentes las marchas en el Centro Histórico.

"No hay ventas y tenemos que sacar para los sueldos de nuestros trabajadores", dijo Rocío Ballesteros, de la taquería El Maderito.

Ante la ausencia de cuerpos de seguridad en la zona, personas encapuchadas lograron infiltrarse entre los manifestantes y realizaron pintas en las fachadas de edificios y comercios de la calle 5 de Mayo.

Las manifestaciones también repercutieron en Polanco.

Durante un recorrido se pudo observar que la mayoría de las tiendas de Avenida Presidente Masaryk, vía recién abierta, estaban vacías.

"No hemos tenido muchos clientes, ya comenzaba a venir más gente después de las obras, pero...

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