Cambia la Coyolxauhqui investigación arqueológica
| Autor | Antimio Cruz |
MEXICO.- El hallazgo de la Piedra de la Luna Coyolxauhqui, el 21 de febrero de 1978, desencadenó el proyecto de investigación arqueológica más ambicioso de América Latina en los últimos 25 años, afirmó Felipe Solís, arqueólogo que identificó al personaje grabado en el monolito que encontraron accidentalmente trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza.
El actual director del Museo Nacional de Antropología dijo que el descubrimiento no sólo permitió por primera vez que se planteara un proyecto de estudio de largo plazo, sino que cambió totalmente la percepción que la sociedad tenía del centro de la Ciudad de México, al grado que dejó de llamársele Primer Cuadro y, por decreto presidencial, se le denominó Centro Histórico.
"Desde 1914, Manuel Gamio había descubierto unas escalinatas del Templo Mayor, pero los proyectos hasta hace 25 años no permitían el estudio de un terreno amplio. La ironía fue que el propio Gamio excavó a unos cuantos metros de donde apareció la 'Coyolxauhqui'", comentó.
La clave para reconocer a la mujer que representaba la Luna para los aztecas, explicó el especialista, fueron los cascabeles esculpidos en el rostro, que ya habían sido descritos en la iconografía mexica.
"En el Siglo 19, las religiosas que vivían en el Templo de Santa Teresa, en la calle Licenciado Verdad, encontraron la primera imagen y referencia iconográfica de la Coyolxauhqui, que es una cabeza de piedra en la que se perciben muy bien las 'mejilleras' con forma de cascabel. Ese elemento, único entre las deidades mexicas, volvió a ser visto en un pectoral que inexplicablemente salió de México y fue presentado en 1926 como parte de la colección del Museo Peabody (de la Universidad de Harvard)", detalló.
Solís narra que la identificación de la "Coyolxauhqui" ocurrió durante una larga jornada que empezó la tarde del 27 de febrero y terminó hasta la madrugada del día siguiente.
"Trabajábamos a marchas forzadas, porque estábamos excavando debajo de la calle de Guatemala -en el costado norte de la Catedral Metropolitana. No sólo había presión de las autoridades para poder decidir si se continuaría la excavación o se reabriría la vialidad, sino que la gente y los medios de comunicación tenían mucha expectación, pues creían que habíamos localizado el tesoro de Moctezuma", narra el arqueólogo.
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