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Calma la sed de título

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Vincent
AutorDulce Moncada

Carlos Salcido volvió a México para "beber" su primera copa y lo logró en un equipo que tenía 29 años sin hacerlo, por eso en el último día del 2011 el brindis tiene un sabor especial, diferente al de otros años.

Porque Salcido no sólo apagó la sed propia de título y la de la afición felina, también hizo que sólo se hablara de su futbol y callara las bocas que se empeñaban en recordar el morboso episodio de la fiesta en Monterrey con el Tricolor.

Igual de bien le supo dejar la comida gourmet de Europa por los antojitos mexicanos que esta noche compartirá en su natal Ocotlán, Jalisco, junto a su familia, esa que extrañó tanto en su paso por Inglaterra y Holanda, donde sí se le había concedido ser campeón con el PSV.

Salcido posó para CANCHA con motivo del cierre del 2011, abrió dos botellas de sidra, jugó y comió uvas entre foto y foto, pero también compartió con los lectores su felicidad por culminar un año lleno de bendiciones.

"Para mí fue muy bueno, porque empezando el año tomé la decisión de regresar a México después de haber estado varios años fuera, y hoy, en el cierre de año, veo que no me equivoqué al venir con Tigres y gracias a Dios me dio la gran satisfacción de ser campeón en México", dijo con una gran sonrisa y los ojos bien abiertos, como recordando lo sucedido en los últimos meses, en los que pasó de ser un gran defensa a un respetable medio de contención.

Y qué mejor premio que celebrar esta noche en grande en su Ocotlán, al que lleva no sólo en su corazón, también en el tatuaje que hace 2 meses se hizo en el bícep del brazo izquierdo.

"Acostumbro pasarla en Ocotlán, Jalisco, con mi familia, mi papá, mis hermanos y amigos. Es el único día en que nos vemos en todo el año", dice.

"Cerré el año siendo campeón y a mitad de año fui campeón con Selección en Copa Oro. Siempre se festeja con la familia, pero el año fue bueno y es algo especial", destacó con orgullo.

Ya reunido con su gente, Salcido le entrará duro a los antojitos mexicanos, bailará y cantará al son del mariachi, pero...

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