La Calle Diario de un Espectador/ Alicia Montoya

Hace cincuenta años un reputado crítico teatral expresaba su "gran satisfacción" de ver a Alicia Montoya "actuando mejor que nunca, voz y ademán magníficos, seguridad de quien nació para representar bien". Ya era una actriz hecha y derecha. Había merecido el honor de participar en la primera emisión televisiva en nuestro país, es decir en el momento inaugural del medio electrónico en que alcanzaría buena parte de sus lauros.

Llamada civilmente Alicia Rodríguez, nacida en 1920, desde que debutó en el cine a los 16 años adoptó el apellido de su madre, la eximía María Tereza Montoya. No era un abuso de la hija: después de todo, ella misma y la carrera de su madre habían nacido casi de modo simultáneo, pues la gran María Tereza debutó en 1916 como actriz y cuatro años después como madre de su digna continuadora.

Los primeros pasos artísticos de Alicia Montoya ocurrieron en el cine.

Primero fue La zandunga y luego Luna criolla y Mujeres y toros. En aquella, la primera, hizo un papel breve, tanto que no le mereció aparecer en los créditos principales, en los que en cambio figuraron su tío Joaquín Pardavé, Lupe Vélez, Rafael Falcón, Arturo de Córdova y Chaflán.

Muy activa en el cine, lo fue en el teatro con mayor asiduidad. Hizo el papel de Blanca de Padilla en Doña Beatriz, de Carlos Solórzano, en 1952, cuando el autor tenía apenas 30 años, y mucho antes de ser el firme dramaturgo y eficaz funcionario de la difusión teatral que llegaría a ser.

Al año siguiente hacía de Virgen en El portal de Belén, ingenua pastorela dirigida por Enrique Alonso, que al correr de los años cobraría fama en la televisión por su Teatro fantástico en su personalidad de Cachirulo.

No sólo como actriz fue brillante la dama de la actuación que murió este fin de semana. Fue también promotora y codirigió, con el propio Enrique Alonso, una feliz iniciativa de dramaturgia para niños llamada El Teatro del Pequeño Mundo, a mediados de los cincuenta. De ambos dijo Armando de Maria y Campos que "han creado, esa es la verdad, un teatro para el pequeño mundo...

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