Calendario 2012 ...al estilo Galeano

AutorMaría H. Martí

Con aire de honda concentración, el escritor Eduardo Galeano camina por el vestíbulo del hotel, que parece el atrio de una catedral.

"Aquí todo el mundo cree que ando deambulando sin rumbo porque soy escritor y pienso cosas profundas... y no, es que me pierdo en todos lados", dice a la periodista. Se ríe. "Incluso en mi casa. No son rarezas de genio, sino debilidad mental".

Pero miente. La cabeza de Galeano (Montevideo, 1940) es clara como un cristal e igual de afilada. Tiene una memoria inusual, que lleva dentro, además de sus vivencias y lecturas, las de los centenares de personas de todo el mundo que le regalaron sus historias. Lo que pasa es que le puede el deseo de burlarse de sí mismo y de ahuyentar solemnidades.

Su próximo libro, "Los Hijos de los Días", le ha costado cuatro años de trabajo. Aún no está acabado del todo: Galeano calcula que saldrá a la venta en los primeros meses de este 2012. Helena Villagra, su compañera e "in-chief", lo ha leído, lápiz en mano, implacable, 10 veces ya.

"Y siempre descubre cosas que hay que cambiar. Algunas se las discuto hasta el límite mismo del heroísmo, pero termina ganando".

No es sólo cuestión de minuciosidad y economía en el lenguaje, no es sólo la necesidad de asegurarse de que cada relato es el que debe ser y como debe ser. También puede que se resista a ponerle el punto final.

"Cada vez que termino un libro, creo que ya no tengo más que decir, que se acabó mi vida de escritor; es decir, mi vida... Y voy mirando los edificios para ver de qué piso me voy a tirar... Luego las historias vienen, la realidad me estaba esperando".

En este caso le esperaban 366 relatos, uno por cada día del año (bisiesto).

"Los Hijos de los Días" tiene la estructura de un calendario. Va precedido de una cita de los mayas, de la que toma el nombre: Los días se echaron a caminar, y ellos nos hicieron, y así fuimos nacidos nosotros, los hijos de los días, los averiguadores. Los mayas de Guatemala creían que el tiempo funda el espacio, igual que Einstein.

Lo que hizo Galeano, entonces, fue fabricar un año ficticio, que abarca muchos siglos, para crear un retrato documental: "Escrito, no filmado".

Eligió, compuso y ordenó todas estas estampas, breves y precisas, de las más diversas procedencias.

Algunas piezas de "Los Hijos de los Días" nacieron del estudio de la historia del cine; otras, de la investigación sobre leyes; otras, de la reflexión sobre qué significa estar sano; otras, del análisis del concepto de...

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