Felipe Calderón Hinojosa / Cooperar o confrontar
| Autor | Felipe Calderón Hinojosa |
Los días que corren son los propicios para redefinir las estrategias a seguir dentro de cada partido en la política nacional para los próximos años. Coincidentemente, las futuras bancadas en la Cámara de Diputados comienzan a organizarse, y se dan ahora a la tarea de determinar quién tendrá la responsabilidad de coordinarlas. La tarea es determinante para el futuro no sólo de los respectivos partidos, sino del país. Desafortunadamente no ha terminado de disiparse la polvareda de las elecciones del 2003 cuando ya han surgido en el horizonte político cercano las elecciones del 2006, merced a los desgastantes anticipos que desde todos los frentes se han dado con miras a la sucesión presidencial. Sin embargo, más allá de quienes puedan abonar en esta coyuntura a esos personales propósitos y de la discusión acerca de las personas que deben coordinar a sus grupos parlamentarios -pero fuertemente vinculada a esta decisión- los partidos deben decidir la estrategia fundamental que en la relación con el gobierno deberán seguir.
En el caso del PAN, aunque a verdad de Perogrullo, tendrá que cooperar con el éxito del gobierno que a los ojos de los electores representa. Esta cooperación es indispensable para sostener su posibilidad de refrendar su capacidad de gobierno y debe expresarse a través de todos y cada uno de sus legisladores. La cuestión no es trivial, puesto que hasta ahora en algunos casos excepcionales se ha observado más un comportamiento de oposición que legisladores de un partido que se asume en el gobierno. Habida cuenta del desarreglo que la presencia del PAN en la Cámara de Diputados ha tenido en términos numéricos después de las elecciones del 2003, la cohesión interna y la colaboración con el gobierno es vital.
El PRD tiene un comportamiento político muy previsible. Por más diversificada que esté ahora su bancada, hay pocas razones para esperar que su comportamiento se traduzca en otra cosa de lo que ha sido su representación parlamentaria en la Cámara de Diputados. Es previsible que el perredismo sea confrontador y contestatario de las acciones de gobierno, no sólo por cuestiones ideológicas, sino por la mera inercia de su ya no tan reciente historial parlamentario y por estrategia política. Aunque no falta quien abrigue esperanzas en la influencia que puedan ejercer nuevos personajes como Manuel Camacho o Emilio Zebadúa, la verdad es que sería una verdadera sorpresa si el PRD asumiese una estrategia constructiva en la Cámara de...
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