Calacas galantes

No importa lo encapotado del cielo si de lo que se trata es de presumir la galantería, la elegancia del atuendo, la gracia y el porte.

Así lo demuestran las miles de calaveras catrinas que si no se están maquillando, se dejan tomar fotos según sea el grado de atención que reciben sus sombreros de alta copa, el corsé, las enaguas y las crinolinas, las sombrillas coquetas y, sobre todo, las profundas órbitas oculares desde las que miran de vuelta brillantes globos blancos o negros.

Así Diana y Daniela, madre e hija calacas, se retocan a un lado de la valla antes de que empiece la procesión (y el aguacero): Diana, con una chistera de 30 centímetros de alto, le dice a Daniela, cuyo vestido guinda hace juego con el sombrero que tenga cuidado con la sombrilla de encaje que sostiene con las manos enguantadas.

"Yo me dedico a hacer manualidades y body paint, todo para fiestas, entre ello diseñé el atuendo de mi chaparrita. Desde hace mucho tiempo se me dio esto de maquillar, de buscar, de plasmar ideas con diferentes materiales, pero hace 3 años empecé a tomar cursos en forma", relata Diana Zúñiga.

Para Zúñiga, eso...

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