Cajero automático apagado, ladrón desesperado

AutorJonathan Karp

Redactor de The Wall Street Journal

SAO PAULO - Cuando el gobierno ordenó el racionamiento de electricidad, los brasileños temieron que el ya desenfrenado crimen callejero fuera a dispararse aún más, protegido por el manto de la oscuridad. Pero resultó que los paranoicos habitantes de Sïo Paulo ahora están más protegidos que nunca de un flagelo en particular: los asaltos en los que las víctimas son secuestradas y obligadas a retirar dinero de los cajeros automáticos.

El número de estos asaltos, conocidos en Brasil como "secuestros relámpagos", cayó más de un 46% en junio, el primer mes de racionamiento. El motivo principal, según la policía, es que cuando los bancos apagan las luces para conservar energía, también apagan sus cajeros automáticos de 10 de la noche a 6 de la mañana.

Eso afecta directamente el "horario estelar" de los criminales. Valter Sergio de Abreu, quien comanda la unidad de la policía de Sïo Paulo responsable de asaltos a cajeros automáticos, dice que la mayoría de los atracos ocurre después del atardecer y más de un tercio entre las 9 p.m. y la medianoche.

"El racionamiento no es bueno para la seguridad pública, pero cerrar los cajeros automáticos por la noche sí lo es", dice. "Este es un crimen oportunista. Ahora que los cajeros automáticos cierran por la noche, los ladrones han concluido que es menos rentable y se han mudado a otros crímenes".

Abreu añade de inmediato que el racionamiento de electricidad no es el único salvador. Los informes de asaltos relámpagos bajaron un 15% en los primeros cinco meses del año, comparado con el mismo período del año anterior. Otro factor que redujo este tipo de robos fue la decisión de los bancos el año pasado de limitar...

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