Subterráneo/ Cabildeo

Nuestro país, y sobre todo nuestros congresistas, no conocieron sino hasta hace muy poco los peligros, seducciones y generosidades del cabildeo. ¿Qué caso tenía intentar convencer a diputados y senadores, fuese por argumentos lícitos o mediante ilícitas donaciones, que promovieran o bloquearan una ley favorable a ciertos intereses, si todas las iniciativas de ley eran elaboradas en la Presidencia de la República y la única función de los congresistas era aprobar lo que les mandaban? Hoy las cosas ya cambiaron. Los congresistas se sienten dueños absolutos del pastel legislativo y están decididos a demostrar que en eso de hacer leyes sólo sus chicharrones truenan. Si por un lado lo que quiera el Presidente les importa un comino, por el otro la disciplina partidista está lo suficientemente relajada como para poder decir que cada diputado y cada senador se siente su propio patrón.

Si a todo esto se le añade que hasta ahora no hay control alguno sobre las personas, empresas, grupos o corporaciones que se acercan a los legisladores para promover leyes que los favorezcan o evitar las que podrían perjudicarlos -y que es lo que denota la palabra "cabildeo"-, no queda sino admitir que estamos particularmente expuestos a que se promulguen leyes favorables a los intereses de pequeños grupos económicos y contrarias al interés nacional.

La razón de esto no puede ser más simple: los ciudadanos comunes y corrientes como usted y como yo, no estamos organizados ni tenemos dinero para promover en el Congreso leyes que nos sean favorables, o lo que es igual: que sean útiles para la mayoría. En principio se supone que tal cosa sería innecesaria, ya que ese es el deber fundamental de los legisladores. Sólo que el proceso legislativo es muy delicado y cualquier cosa puede torcerlo.

Un ejemplo que está a la orden del día: se sabe que legalizar el funcionamiento de los casinos de juego tiene muchas consecuencias sociales adversas. El desarrollo de la delincuencia del orden común; del crimen organizado; la infiltración del narco tráfico; el lavado de dinero; el crecimiento de la trata de blancas y las prostitución internacional suelen mencionarse de manera casi constante. Todo esto, claro, les tiene sin cuidado a los grandes consorcios del juego. Lo que ellos quieren es abrir...

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