El señor de los caballos

AutorAlberto Bortoni

En el mundo automotriz Carroll Shelby logró la categoría de leyenda viviente. Pocos personajes del mundo automotriz actual pueden presumir lo mismo.

Su cara ruda y su sombrero tejano son ya íconos del automovilismo y una muestra de visión y determinación.

Esta leyenda falleció la noche del jueves 10 de mayo en el Hospital Baylor de Dallas Texas, con lo que una de las carreras del deporte motor y modificaciones automotrices llega a su fin.

Carroll Hall Shelby nació el 11 de enero de 1923 en Leesburg, Texas. Se enroló en la Fuerza Aérea y durante la Segunda Guerra Mundial sirvió como instructor de vuelo y piloto de pruebas; la velocidad siempre la tuvo en la sangre.

Carroll comenzó a participar en carreras con autos prestados. Ganó unas cuántas y en 1954 se volvió piloto profesional. Fue nombrado "Sports Car Driver of the Year" por la revista Sports Illustrated en el 56 y 57.

Shelby comenzó a trabajar en el equipo de carreras de Aston Martin hacia mediados de los cincuentas. Logró varias victorias con Aston Martin, incluyendo Le Mans en 1959 con Salvadori a bordo de un DB1 y Goodwood ese mismo año con Fairman.

Problemas de salud lo obligaron a dejar el mundo de las competencias. Así, en 1960 Carroll Shelby dejó el mundo del deporte motor en Europa y regresó a Estados Unidos.

Pero a diferencia de muchos pilotos que dejan las pistas y sólo dejan sus recuerdos, Shelby siguió en el mundo automotor, pero ahora del lado del fabricante e hizo historia con sus creaciones.

Shelby conocía las cualidades dinámicas de los chasises europeos. Cualidades que los vehículos americanos carecían. Pero también conocía las cualidades de un buen tren motriz americano. Shelby comenzó a trabajar con Ford, negociando con AC para proveer los motores V8.

Una vez acordada la colaboración nació uno de los vehículos deportivos más impresionantes; el AC Cobra.

Su éxito fue instantáneo, su construcción con carrocería de aluminio lo hacían extremadamente ligero y su enorme potencia proveniente de el V8 de Ford lo hacían tremendamente rápido.

Las limitaciones del AC Cobra en competencia no eran mecánicas. El chasis se comportaba bien y el motor era más que suficiente. Las limitaciones eran en el sentido aerodinámico. Así apareció el Cobra Daytona Coupe, un auto que según Shelby carecía de sentido estético y fue diseñado rápidamente para competir con los Ferrari de la época.

En el 65 la actividad con Ford era no sólo en el ámbito de las pistas, también los vehículos de...

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