La Cábala

AutorGerardo de la Concha

En la película Pi, el orden del caos, el personaje central, un matemático que trata de descubrir ciclos y pautas del mercado financiero, descubre la repetición de una secuencia de 216 dígitos que se manifiesta también en el número PI y en las palabras del texto sagrado de la Torá. Para los cabalistas el nombre del Todopoderoso es un equivalente del número PI, como símbolo de la esencia primera y última.

La idea de que el Universo está escrito con un código y que puede ser descifrado está presente en la literatura de Kafka y de Borges. Hay en ellos páginas alucinantes. Así en los aforismos kafkianos y en varios cuentos de Borges, el más famoso de ellos El Aleph, donde todo se liga: el engranaje del amor y la modificación de la muerte.

Kafka era más o menos feliz de adolescente. De regreso de la escuela a su casa pasaba por un mercado de Praga donde las carnicerías exhibían las reses desolladas colgadas en un gancho. Esto terminó por entristecerlo, es decir, finalmente la causa de su melancolía era metafísica, pues de acuerdo con su visión mística todo está vinculado, como lo estaba el destino de las reses y su mirada, la del joven Kafka, tratando de entender el incomprensible dolor del mundo.

En El Aleph de Borges, la visión del personaje es la de un instante gigantesco en el que está todo en un espacio cósmico: su infancia, la ausente con su altivo cuerpo, la muchedumbre, el mar, lo delicioso y lo atroz, el pasado y el futuro, una baraja, una telaraña, la imagen de un cáncer, la destrucción y el nacimiento, tigres, marejadas, ejércitos, todo.

Para los cabalistas, la relación entre causa y efecto es parte de la rueda del tiempo. Esta idea es poética. Y puede dar una imagen delirante del bien y del mal. También ofrece un sentido del fenómeno humano en el Universo.

Lo cierto es que ahora el misticismo del Libro se ha fortalecido y que junto con las grandes religiones reveladas -el judaísmo, el cristianismo, el islamismo- hay un misticismo laico que se apoya en lo más avanzado del conocimiento científico, en la línea de lo que afirmara Einstein cuando dice que cualquiera que esté seriamente involucrado en la búsqueda de la ciencia se convence de que hay un espíritu manifiesto en las leyes del Universo.

Por ejemplo, los más importantes físicos cuánticos...

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