Caída de El Chapo: sólo el principio
| Autor | Andro Aguilar |
La recaptura de Joaquín Guzmán Loera abre la puerta a la administración de Enrique Peña Nieto para dar un giro en el combate al crimen organizado.
El investigador Edgardo Buscaglia señala las dos opciones que tiene el mandatario: continuar con la detención de líderes delincuenciales sin alterar el funcionamiento de los cárteles o desmantelar la redes patrimoniales y de corrupción política que sostienen a una de las organizaciones criminales más grandes del mundo (el Cártel de Sinaloa) presente en 54 países.
Hasta ahora -en opinión del especialita y ex consultor de la ONU- la estrategia contra el crimen organizado no ha mostrado cambios que la diferencien sustancialmente de lo realizado en el sexenio de Felipe Calderón, quien basó gran parte de su lucha en la captura de los 37 "criminales más buscados" por el Estado mexicano.
Pero la captura El Chapo le abre una ventana de oportunidad para ejecutar un cambio real.
"El Presidente Peña Nieto pasaría a la historia como un presidente estadista. Pero si continúa la trayectoria de Calderón, como hasta ahora lo ha hecho, simplemente con acciones de cubrir brotes de violencia -que son reacciones, espasmos de autoridad sin instituciones-, va a pasar a la historia como pasaron Calderón y Fox, como un presidente más en la decadencia institucional mexicana", advierte en entrevista.
Buscaglia, presidente del Instituto de Acción Ciudadana en México, precisa que la oportunidad es identificar y desmantelar las empresas legales que actúan a favor del Cártel de Sinaloa, a través de la creación de unidades autónomas de investigación patrimonial por parte de la Procuraduría General de la República, que se encarguen de fiscalizar datos de registros de la propiedad en cada entidad del país, un área hasta ahora no cubierta.
"Si se hace eso, van a surgir empresarios ilegales en más de 70 por ciento de los sectores económicos del PIB. Si las desmantelas y le quitas la capacidad a Sinaloa de producir, distribuir, almacenar, disminuirá la frecuencia de los delitos económicos, que es el objetivo único del combate a la delincuencia organizada. Para que redes como Sinaloa no sigan recibiendo un subsidio de un Estado débil", explica.
Buscaglia confía en que Peña Nieto aproveche el capital político obtenido tras la captura del narcotraficante -prófugo durante los dos sexenios panistas-, para convencer a la oposición y los miembros del PRI de instalar las unidades de investigación patrimonial.
Y advierte que el miedo de los...
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