Buzón de ¡Hachazos!

AutorSan Cadilla

Lo empuja Maradona

Hola, qué tal, tengo 23 años y quiero platicarte mi experiencia.

El martes y miércoles dediqué varias horas a encontrar la forma de acercarme a Maradona y Pelé, y lo logré. Creo que no importa el cómo, pero pude colarme a las oficinas del Estadio el martes y ahí estuve todo el segundo tiempo esperando a que Maradona se fuera por donde llegó. Unos 15 minutos antes de que terminara el juego bajó con toda su escolta y policías de la Ciudad, y ni siquiera lo distinguía entre tanta gente que "lo cuidaba" (en la oficina, además de ellos, estábamos la secretaria, dos chavas con acreditación del Club Atlas y yo).

Empecé a gritar su nombre y se asomó entre dos policías para saludar, pero cuando le enseñé la playera de la Selección Argentina del Mundial 86 y un plumón pidió que le dieran espacio.

Me acerqué y en cuanto empezaba a rayar la firma inexplicablemente Maradona me aventó con los dos brazos con tal fuerza que me fui a pegar en la cabeza con un mueble que estaba atrás de mí. Inmediatamente los de su seguridad apagaron las luces de la oficina y Diego siguió caminando a paso acelerado. Le grité que era un ¡hijo de puta! y escuché que inmediatamente dijo: "Prendé las luces que le voy a firmar la playera al pibe", y regresó a firmarla.

Ayer hice lo mismo con Pelé, y lo saludé a su llegada en el mismo lugar donde un día antes había visto a Maradona. Él estuvo muy accesible con niños y mujeres aunque no tanto con adultos. No vi que firmara playeras y solamente vi que se tomó una foto y firmó un cuaderno de un niño para después pedirle a los de seguridad que explicaran que no podía dar firmas y que tenía prisa. Ni siquiera vio el partido completo y la estancia fue meramente cumplidora para cobrar al banco.

En pocas palabras, creo que jamás entenderemos la vida de estos deportistas, que parecen cansados de la gente y de su ritmo de vida.

Las groserías de Maradona no tienen nombre, pero también me preocupó lo que sentí al saludar a Pelé: sentí asombro, respeto y tristeza, que reflejaba su rostro.

El futbol es un negocio, y ellos son comerciantes con experiencia. Lástima, pero la realidad es que inclusive una persona que merece tanto respeto como Pelé no parece estar disfrutando de su vida como yo lo pensaba. Cada quien refleja sus angustias de distinta forma y la de Maradona es lamentable, pero la sonrisa y la mirada de Pelé tampoco son las que yo imaginaba.

Sigo pensando que son los más grandes del futbol, pero no quisiera ser un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR