Bush también es bombero internacional

AutorMichael M. Phillips

Redactor de The Wall Street Journal

Los problemas en Argentina y Turquía han levantado el velo a un gran misterio de la política económica internacional del gobierno de George W. Bush: el manejo de la inestabilidad financiera en los mercados emergentes.

La respuesta es algo sorprendente. Los ejecutivos republicanos pueden llevar las riendas en Washington, pero tras años de criticar al gobierno de Clinton por prestarle miles de millones a los países en apuros, parece ser que ellos van a hacer lo mismo que los demócratas.

Cuando a los republicanos les tocaba mirar el partido desde las gradas, tendían a pedir mano dura en estas cuestiones: menos préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y condiciones más duras para los acreedores. La mano blanda en los rescates encabezados por el FMI, decían, alentaba el comportamiento irresponsable de gobernantes e inversionistas.

John Taylor, el principal ayudante en materia de política internacional del secretario del Tesoro, Paul O'Neill, llegó a sugerir que se cerrara el FMI.

Pero las cosas no se ven lo mismo desde las gradas que dentro de la cancha. Es por eso que tanto O'Neill como Taylor se apoyan ahora en el FMI para proteger los intereses estadounidenses. En el caso más reciente, el gobierno de EE.UU. otorgó todo su respaldo político a un préstamo de US$10.000 millones del FMI y el Banco Mundial para Turquía. Y el presidente Bush ya ha dicho que apoyará las nuevas negociaciones del FMI con el gobierno argentino, aunque en este caso no hay fondos en juego.

"Cuando llegó la hora de un rescate, aflojaron", dice Morris Goldstein, investigador del Instituto de Economía Internacional, un grupo de estudio con sede en Washington, que fue mencionado como candidato para integrar el equipo de O'Neill. "A partir de ahora, les va a ser mucho más difícil decir que no".

De modo que está claro: el gobierno de Bush sabe que en ocasiones tendrá que proveer más ayuda de la que le gustaría, a través de instituciones que tampoco le agradan demasiado. Más frustrante para los republicanos es el hecho de que no tienen mucho control sobre el éxito de un rescate financiero internacional.

O'Neill, ex presidente de Alcoa Inc., ha impuesto una tónica de organización corporativa en el Tesoro, pero es mucho más difícil tratar de inducir un determinado desempeño por parte de un gobierno extranjero. "El gobierno turco aceptó este paquete de ayuda. Es cuestión de ellos hacerlo funcionar", dice O'Neill. "Los estamos apoyando...

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