Buscan sindicatos defender patrimonio

AutorDora Luz Haw

Los sindicatos del sector cultura son considerados por sus dirigentes y directivos como sistemas alejados de la corrupción, cuyos miembros comparten la bandera de la defensa del patrimonio. Sólo algunos trabajadores se animan a denunciar prácticas ocasionales como el nepotismo.

A los cerca de 6 mil trabajadores de la cultura afiliados a las secciones X y XI del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el más grande de América Latina, se agregan 2 mil empleados del Instituto Nacional de Antropología e Historia repartidos en diversas secciones estatales.

Juan Hoffman, quien se desempeña desde hace un año como director de Asuntos Laborales del Instituto Nacional de Bellas Artes, reconoce que la actividad sindical en el INBA no sólo es saludable sino indispensable, ya que se desarrolla la mayoría de las veces a través de vías transparentes y democráticas que, a lo largo de su historia, han beneficiado en gran medida al organismo.

Luis Armando Haza, director general de administración del INAH, coincide con Hoffman y asegura que, aunque sería absurdo pretender negar el estigma del sindicalismo, es un hecho que el sector cultura se aparta de la corrupción que lo caracteriza.

"Son de los pocos trabajadores que están en un constante proceso de composición y recomposición, puesto que sus miembros no son burócratas sino personas altamente calificadas, con mucha conciencia de la importancia que tienen la defensa del patrimonio y los sistemas democráticos e independientes de trabajo, casi impensables en este ámbito", asegura.

Un ejemplo de esto es que los administrativos, técnicos y trabajadores manuales (ATM) del INAH están facultados desde 1978 para hacer uso directo de las cuotas de los trabajadores, que ascienden a 90 mil pesos mensuales, mientras que las aportaciones de las otras delegaciones, como las del Conaculta o las del INBA, van a dar a las arcas del SNTE.

Uno de los temas tabú para funcionarios, trabajadores y sindicalistas es el referente a las cuotas sindicales. Nadie dispone de datos precisos sobre cuánto aportan los empleados al SNTE, ya que estas cifras son consideradas "información reservada", aunque en promedio representan del 0.5 al 2 por ciento de su salario.

En el caso de los 130 locutores, periodistas y productores de Radio Educación, al igual que los más de mil 300 trabajadores sindicalizados del Conaculta, el dinero aportado va a parar directamente al SNTE.

Delia Morales, dirigente sindical de la estación...

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