Buscan atenuar dolor inevitable
Es inevitable. Después del doloroso camino que traza una enfermedad crónica y cuando ya la fe es lo único que fortalece, llega el momento de enfrentar el trance de la muerte. Es hora de volver a casa.
Con una preparación adecuada de los familiares y los seres queridos para manejar estos difíciles momentos, el hogar es el espacio capaz de brindar una partida digna al paciente terminal de enfermedades tan dolorosas y costosas, como el cáncer.
Sobre este postulado se comenzó a construir hace casi 20 años en la Unidad Médica de Alta Especialidad o Clínica Número 25 del IMSS, el Programa de Cuidados Paliativos para el Paciente Oncológico y Terminal, que en un primer momento estuvo enfocado al alivio sólo del dolor físico.
Pero en el 2003, tras analizar esquemas internacionales como el español, la también llamada Clínica del Dolor dio un viraje que revolucionó este tipo de atención en México: la integración de la familia y su capacidad de asistencia a los cuidados paliativos.
Se trata de identificar y asignar funciones en la familia, explica José Alberto Flores Cantisani, fundador y jefe del programa.
"Si alguien trabaja, se le dice 'tú nadamás vas a trabajar y proporcionar los medios necesarios para que tu mamá, papá o hermano siempre esté atendido, no te vas a encargar de su cuidado, sino solamente proporcionar recursos económicos'", comenta.
"A quien se puede quedar con el paciente le asignamos tareas específicas de curación, de medicamentos, de cómo confortar al enfermo cuando tenga alguna duda, algún temor. Se le nutre de información, incluso en los momentos últimos de la vida".
Instrucciones duras, pero que representan un alivio para la salud emocional de la familia y que están encaminadas a mejorar la calidad de vida del enfermo, sin intentar acortar ni alargar la sobrevida.
Flores Cantisani califica a esta época como el "milenio de las enfermedades crónicas", por lo que aumenta la necesidad de conocer sobre los cuidados paliativos.
"Los cuidados paliativos son para el enfermo crónico avanzado y terminal. El enfermo crónico no merece estar hospitalizado. Tiene que paliar su enfermedad en el domicilio.
Un modelo a seguir
El modelo desarrollado por la Clínica 25 del IMSS fue reconocido por la Secretaría de Salud federal con el Premio Nacional a la Calidad e Innovación de Calidad en Salud.
En un País en donde la mayor parte de los enfermos no recibe los tratamientos y cuidados paliativos, el programa regio se erige como un modelo a seguir por...
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