En busca de la Tlayuda Dorada

AutorRoberto Remes

TEXTO Y FOTOS: ROBERTO REMES

Hace unos días leí una conversación en redes sociales en la que un reconocido arquitecto, Marcos Betanzos, expresaba que al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) sólo le hace falta una cosa, un buen fotógrafo de arquitectura. Otro arquitecto y crítico de la arquitectura, Alejandro Hernández, decía que los medios exhiben su postura frente al nuevo aeropuerto desde la forma de presentar las imágenes.

En su publicación, Hernández mostró dos conjuntos de fotografías. Unas exhiben un aeropuerto feo y mal terminado; y otras, un aeropuerto moderno, cuya torre de control sazona un bello atardecer. "Ninguna es más real que la otra, tienen objetivos distintos", es decir, carecen de objetividad.

Betanzos y Hernández me inspiraron a buscar mi propia versión del AIFA, a la vez que estudiaba cómo llegar a la Base de Santa Lucía en transporte público.

...TÚ Y YO ESTAMOS LOCOS

Doy una pasada rápida al "documental" de Epigmenio Ibarra sobre la construcción. Como bien ironizó F. Bartolomé, se trata de un infomercial. Un material de muy baja calidad, pero con dos momentos terroríficos, bajo mi perspectiva. Por un lado, la formación de cientos o miles de trabajadores, recitando cánticos goebbelianos; por otro, el general Ricardo Vallejo, a cargo de la construcción y quizá inspirado por los personajes de Chespirito, Lucas y Chaparrón, rinde su parte militar a la escultura del General Felipe Ángeles.

La lunática actuación de Vallejo resume la solución aeroportuaria de la Zona Metropolitana de la CDMX . El que obedece no se equivoca.

En lo que va del siglo hemos visto distintas opciones para resolver la saturación del AICM. Una tercera pista del Benito Juárez en el Lago de Texcoco y el uso de la Base Aérea de Santa Lucía fueron descartadas desde un inicio. Tizayuca y Texcoco emergieron como las únicas viables... y ganó esta última por su cercanía con la Ciudad.

Con la cancelación forzada de Texcoco hay una pérdida, con base en los estudios costo-beneficio de los años previos. La decisión es subjetiva, sin embargo. No importan esas evaluaciones, importa la perspectiva de quien decide y quienes lo siguen. Sus argumentos son subjetivos, pero quien obedece no se equivoca, así hable con estatuas. Obedecer es objetivo.

IR O NO IR A LA AVENTURA

El viernes 1 de abril, con tantas cosas por hacer, me empieza a seducir la pereza. Voy perdiendo tiempo. Dudo entre simular el viaje con maleta o qué cosas llevar en el equipaje de mano. Opto...

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