En busca de su propio camino

Gabriel MoyssenCIUDAD DE MÉXICO, agosto 10 (EL UNIVERSAL).- Iván Duque Márquez, presidente de Colombia, asumió su cargo el martes al inaugurar un nuevo capítulo en la nación sudamericana con consecuencias potenciales para el proceso de paz, la crisis en la vecina Venezuela y la estabilidad regional.

Como el jefe de Estado más joven en la historia reciente de Colombia, el conservador Duque enfrenta enormes desafíos. Durante su campaña, a menudo criticada por una presunta falta de sustancia y visión de largo plazo, el nuevo mandatario de 42 años prometió en forma consistente reformar unilateralmente el histórico acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), remover del Congreso a sus líderes -que ganaron diez asientos en las elecciones del 27 de mayo- y amenazó con terminar las pláticas con la segunda guerrilla del país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Su postura respecto al proceso de paz resulta crucial para entender la política colombiana, ya que Duque es un protegido del ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010), quien logró diezmar a los rebeldes izquierdistas en el campo de batalla con respaldo contrainsurgente de Estados Unidos mediante el Plan Colombia, si bien su gobierno fue acusado de violaciones masivas a los derechos humanos.

Juan Manuel Santos, ex ministro de Defensa y sucesor de Uribe en el Palacio de Nariño, aprovechó la oportunidad de finalizar el conflicto armado más prolongado de América Latina negociando con las FARC pese a la dura oposición de Uribe, hoy considerado el jefe de las facciones derechistas, los latifundistas y empresarios coaligados en torno a su partido Centro Democrático (CD).

Uribe y el entonces senador Duque promovieron el "no" en el referéndum para ratificar el acuerdo de paz del 2 de octubre de 2016, al argumentar que era demasiado benigno con los rebeldes; en el estrecho resultado, 50.2% de los ciudadanos votaron contra el convenio, forzando la reapertura de las negociaciones. Más tarde, el Congreso ratificó una versión revisada del acuerdo los días 29 y 30 de noviembre de 2016 y Santos fue recompensado con el Premio Nobel de la Paz.

Muchos elementos del acuerdo de paz están consagrados en la Constitución y su reforma, sobre todo en cuanto a las áreas claves de la verdad histórica y justicia para las víctimas, necesitarán más que una simple mayoría en las dos cámaras del Congreso. Duque requeriría establecer una coalición con los partidos Conservador y Liberal, que...

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