Busca Afganistán atraer turismo

AutorSergio Zepeda de Alba

Es un país destrozado por más de 30 años de guerra e invasiones, con poca infraestructura turística y casi nula presencia de viajeros, seis joyas naturales buscan convertirse en el destino más cotizado de Asia.

Se trata de los lagos de color zafiro que se encuentran dentro de las 59 mil hectáreas del Parque Nacional Band-e Amir, en Bamiyán, en el centro de Afganistán.

Algunos lagos están rodeados por presas naturales y otros, como el Band-e Haibat, por paredes de 12 metros de alto.

La travesía hacia el parque lleva por pequeñas aldeas y zonas inmersas aún en el peligro de la guerra, por lo que el lugar aún no es apto para todo turista.

Pero la idea cuando fue reconocido como el primer parque nacional del país, el 22 de abril de 2009, era que cualquiera recorra sin peligro las nueve horas en autobús entre la capital de Kabul y la ciudad de Bamiyán.

Durante los años 70, los lagos y montañas de Band-e Amir formaban parte de la llamada ruta hippie que atravesaba Irán, Turquía, India, Nepal y Afganistán. Entonces, los viajeros también observaban los emblemáticos budas de Bamiyán (destruidos por los talibanes en 2001), las montañas rosadas de la cordillera y los seis lagos desde las alturas.

Hace cinco años, 40 mil afganos y entre tres y cuatro mil turistas internacionales visitaron Band-e Amir, según una encuesta del Banco Asiático de Desarrollo, citada por el diario británico The Guardian.

Y para 2007, el lugar era lo bastante seguro como para que Lonely Planet enviara a uno de sus escritores a la zona.

Hoy, sin embargo, la...

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