Burlan a la Policía con engaños
EL NORTE / Staff
MÉXICO.- La tarde del 27 de septiembre de 2008, Ángel Cisneros Marín expuso en las oficinas de la SIEDO un relato ministerial que hizo creer a los fiscales federales que su trabajo estaba resuelto.
Tres años y medio antes, cuando llevaba una vida honrada como trailero de la empresa Trasrent, tuvo un accidente en la carretera de Salamanca a Querétaro. Mientras la aseguradora resolvía el incidente, conoció a un hombre al que le decían "El Ronco".
"'El Ronco' es una persona de aproximadamente 60 años de edad, de 1.68 metros de altura, de tez blanca, complexión delgada atlética; como característica es de voz ronca y como de rancho, y usa dos esclavas de oro en cada mano que dicen 'Ronco' y es de Tlacotepec, Guerrero", describió Cisneros, alias "El Flaco", según la causa penal 38/2009 del Juzgado Décimosexto de Distrito.
Durante los dos siguientes años, "El Ronco" lo estuvo buscando porque quería que le prestara su casa para "trabajos peligrosos". Con el fin de evitarlo, dejó su domicilio de la calle Heriberto Jara, Colonia Liberación Proletaria, en la Álvaro Obregón, para irse a vivir por el rumbo del Toreo de Cuatro Caminos.
Sin embargo, "El Ronco", quien era ubicuo y perseverante, lo encontró y convenció de trabajar a su lado. A partir de ese momento, según su testimonio, participó en cuatro secuestros, el de una mujer y de tres hombres, uno de ellos físicoculturista y otro comerciante, todos de entre 30 y 35 años.
La SIEDO ya tenía resuelto su pliego de consignación con este testimonio, pero "El Flaco" todavía les relató otra aventura criminal.
La mujer a la que esta banda plagió no fue con el fin de cobrar un rescate, sino para ser asesinada.
"El Ronco" ordenó a Cisneros, personalmente que la matara. En lugar de hacerlo, "El Flaco" tuvo una mejor idea: pedirle 500 mil pesos a cambio de no quitarle la vida y repartirlo con un socio apodado "El Azul". La joven, de 32 años, ofreció que sólo podía pagarles: 200 mil pesos, siempre y cuando la soltaran. Y así fue: un día después de su liberación, entregó 188 mil pesos.
Cisneros confesó que se quedó con 100 mil pesos y que los otros 88 mil fueron para "El Azul". "El Ronco" ni se enteró de este negocio a sus espaldas.
Al término de su declaración, la SIEDO autorizó que Cisneros fuera llevado al Hospital de Xoco de la Ciudad de México para que un otorrinolaringólogo lo atendiera de un trauma facial ocasionado durante su captura, a manos de la AFI en un puente de Tlalpan.
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