Empresa/ Bufete en el callejón

AutorAlberto Barranco Chavarría

La decisión está en manos del Juez Tercero de lo Concursal.

A contrapelo, pues, de la tenaz resistencia de sus accionistas mexicanos encabezados por José Mendoza Fernández, la firma más importante del país en materia de construcción de plantas productivas integrales, alcanzó finalmente la parte más profunda del callejón...

...Al que ingresó en julio del año pasado, al incumplir el pago de un Eurobono por 100 millones de dólares colocado en el mercado de Luxemburgo.

La ruta incluye desde millonarias multas aplicadas por la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo al incumplir la empresa en desgracia, por carencia de capital de trabajo, metas pactadas con Pemex para el desarrollo de contratos en el proyecto Cantarell de la Sonda de Campeche, hasta el embargo de sus cuentas de cheques y algunos de sus contratos con la propia paraestatal y su similar la Comisión Federal de Electricidad, por parte del banco Ixe.

Más allá, Bufete Industrial y sus 51 años de presencia activa en México debieron enfrentar la humillación de los sellos de embargo en sus oficinas centrales por parte de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, en garantía de la indemnización reclamada por los trabajadores despedidos por encabezar protestas ante la falta de pago de sus salarios y prestaciones.

Ahora que en el colofón del cuesta abajo en su rodada, la firma constructora debió abrir procesos de liquidación de sus principales proyectos integrales, mediante convenios de terminación anticipada, así como la venta de su participación en la empresa Tecnología y Servicios de Agua, de la que se producía el 21 por ciento de sus utilidades.

Y aunque de pronto parecía surgir alguna rendija, ya con la reestructuración integral de sus deudas bancarias y bursátil por 179 millones de dólares, vía el sindicato integrado por bancos e inversionistas extranjeros, asesorados por JP Morgan; ya con la participación de un socio nacional o extranjero, o ya con la inyección de liquidez de algún fondo estadounidense o europeo, del plato a la boca se cayó invariablemente la sopa...

Así la posibilidad de aliarse con la pequeña constructora Iconsa de Andrés Conesa y Andrés Caire, cuya oferta no logró conmover a los acreedores bancarios y bursátiles, y así la de hacer lo propio con la firma estadounidense Enron Engieering & Construction Company, a cuya vera se firmaría incluso una Carta de Intención el 9 de marzo pasado.

La sorpresa fue que la empresa de allende el Bravo sólo aceptó...

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