Unos buenos moles

AutorMaría Elena Medina

TEZIUTLAN.- Ernesto Zedillo confesó estar "recontento" por el solecito, la vista tan bonita y la compañía de los vecinos de Ayotzingo. Con tanta felicidad mientras supervisaba las obras de reconstrucción a cinco meses de los desastres, primero convirtió en blanco de sus chistes a cuatro miembros de su Gabinete ahí presentes, y después dijo que estaba muy orgulloso de ellos.

El Mandatario hacía promesas a los vecinos de Ayotzingo sobre los plazos para terminar la reconstrucción de los daños, cuando de pronto, el micrófono falló.

"Hay una falla técnica. A ver, el del micrófono que lo revise, ¿no? No vayan a quedar así las casas", dijo el Presidente dirigiéndose al Gobernador Melquiades Morales.

Ya el temblor de octubre de 1999, antes de las lluvias, se había encargado de cuartear una clínica en Juquila, Oaxaca, que el Presidente apenas había inaugurado.

Luego se siguió contra "El Güero". Zedillo le pregunto a Guillermo Guerrero Villalobos, director general de la Comisión Nacional del Agua, si era cierto que en abril terminará el restablecimiento del sistema hidráulico que fue afectado.

"¿Sí es cierto, ingeniero Guerrero Villalobos? ¿Sí?", le preguntó Zedillo, y luego se dirigió a los vecinos. "Identifíquenlo, eh, es el güero, es el güero. Si se pasa, me avisan", les advirtió.

El siguiente tiro fue contra Jarque y "El Transparente". El Presidente Municipal de Teziutlán, José de Jesús Sánchez, le dio las armas a Zedillo.

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