Lo bueno, lo malo y lo feo de ser chef

AutorErika Salazar

Elegir el mundo gastronómico como una profesión tiene, al igual que las otras carreras, su lado bueno, su lado difícil y su lado triste.

Conozca el mundo detrás de la sartén por la propia voz de la experiencia.

Antonio Márquez

- Preparación: 8 años.

- Experiencia: 11 años.

- Puesto: chef ejecutivo del restaurante Mediterránean y ex chef corporativo de Operadora Florian.

- Lo bueno: "Que es una de las profesiones en las que la satisfacción es inmediata", dice.

"En un minuto sabes si el trabajo estuvo bien o mal hecho. Si el platillo llega vacío, sabes que tu trabajo fue bueno. Si no le gustó, en ese momento te das cuenta".

También la convivencia con los clientes le gratifica mucho, así como saber que es un trabajo muy creativo en donde se pueden transformar recetas muy sencillas en algo más elaborado.

"Y como trabajo", dice, "ser chef es muy divertido, porque se está conviviendo mucho tiempo con mucha gente todos los días, y llegas a tener grandes amistades, de tal manera que te la puedes pasar bromeando todo el día.

"Además, tienes que viajar de vez en cuando, actualizarte constantemente, probar muchas cosas todos los días, ingredientes y tecnología".

- Lo difícil: "Es una profesión donde tienes únicamente dos o tres horas para agradar al cliente, porque todos los clientes comen a la misma hora, aunque pongas un horario fijo; el 80 por ciento de la gente come a cierta hora y es la hora", comenta.

Aunado a esto, indica, se tiene poco tiempo para garantizar la satisfacción del cliente.

"También tu familia debe ser muy comprensiva, porque siempre eres el último en llegar a las fiestas, Navidades, Año Nuevo, y eres el que menos está con la familia, porque se reúnen cuando tú estás trabajando", expresa.

- Lo feo: "Físicamente es una profesión desgastante, estás parado todo el tiempo y a la larga tienes problemas de várices, articulaciones y circulación", explica.

Muchas veces los chefs están expuestos al calor o al fresco, a muchos cambios de temperatura y, normalmente, señala, padecen principios de gripa o manifiestan estas enfermedades más rápido de lo normal.

La mayoría de los problemas de la gente que trabaja en la industria alimentaria es que el estómago está trabajando todo el día, menciona, y como no deja de secretar jugos gástricos, pueden padecer úlceras o gastritis.

"Lo más feo es que le mandes un platillo a un cliente y que te lo regrese diciendo que no le gustó", opina.

- En casa: por lo regular cocina su esposa, pero en algunas ocasiones sí lo hace él, y cuando esto sucede, generalmente se hace un sandwich o algo simple, un huevo revuelto.

Después de estar en el restaurante todo el día busca un vaso de leche, unas galletas, un sandwich o unas quesadillas.

En los días de descanso procura ir a un restaurante con su familia o hacer algo de comida casera, como arroz, pollo, carne asada o algo muy sencillo.

"No acostumbro ir a restaurantes como el mío porque quiero ver algo diferente; a mí me gusta mucho la comida oriental".

Guillermo González Beristáin

- Preparación: 5 años.

- Experiencia: 16 años.

- Puesto: chef ejecutivo de los restaurantes Pangea, La Catarina y Genoma.

- Lo bueno: la comida y el vino para él son una pasión y estar trabajando en ello es lo que más le gusta. La máxima...

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