Disertaciones/ Buenas leyes no bastan (II)
| Autor | Roberto del Cueto |
Al parecer, por la información que hasta ahora ha trascendido a la opinión pública, la intención de las autoridades hacendarias es perfeccionar las disposiciones en materia de garantías de crédito para, de esta manera, impulsar el otorgamiento del mismo. No pretendo detenerme en esta ocasión a considerar si las adecuaciones a la ley que se propondrán al Congreso de la Unión son apropiadas, puesto que no he tenido oportunidad de estudiarlas con cuidado. No obstante lo anterior, sí quisiera llamar la atención al hecho de que para que una reforma de esta naturaleza tenga éxito, no basta con modificar las leyes de la materia, sino que es necesario tener en cuenta algunos otros aspectos que traté en el artículo mencionado, razón por la cual me permito transcribir algunos de sus párrafos más importantes:
"No bastan buenas leyes para tener un estado de derecho, se necesita contar además con tribunales que impartan justicia en forma expedita y, más importante aún, que las autoridades administrativas tengan la clara disposición de hacer todo lo necesario para que la ley sea cumplida... En estos días, sin embargo, pareciera que la atención se centra en el perfeccionamiento de las leyes, descuidando otros aspectos, tan importantes como éste o aún más, para que el estado de derecho sea efectivo. Me refiero concretamente a la disposición o, como ahora se dice, a la voluntad política de las autoridades para conseguir que se cumpla la ley."
"La crítica que se podría enderezar en contra de nuestro estado de derecho, si bien en algunos casos se refiere a deficiencias de la ley, en la mayoría de los casos está asociada a la actitud de las autoridades frente a la aplicación de la ley al caso concreto. Es decir, la autoridad encargada de aplicar la ley, sin importar a qué partido político pertenezca, lo hace tarde, de manera deficiente o de plano decide no hacerlo, por muy diversas razones. Unas están asociadas a la imposibilidad de hacerlo, al no contar con los elementos humanos y materiales necesarios para ello. En otros casos, la autoridad piensa que no le conviene políticamente aplicar la ley puesto que con ello se echará en contra a ciertas personas y, en no pocos casos, la omisión obedece a la corrupción."
"Se advierte también que algunas autoridades rechazan el sentido de las disposiciones legales. Es decir, no están de acuerdo con lo que la ley establece y adoptan una postura que favorece a los infractores. Esto se ve claramente en los juicios...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba