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Más que buena suerte

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Vincent
AutorAlejandro Martínez

Antonio Magallanes salió de Aguascalientes cuando tenía 20 años para buscar suerte, pero la encontró cinco años después poniendo herraduras.

Don Toño el herrero, como lo conocen mejor sus amigos, tiene 35 años poniéndole los "zapatos" a los caballos de Charros de Jalisco y a los de Vicente Fernández, y es considerado como uno de los mejores herradores de Jalisco.

Toño, quien utiliza bigotes largos para estar en sintonía con los Charros de Jalisco, mejor conocidos como "Bigotones", se enseñó a herrar en Aguascalientes, cuando tenía 16 años.

"Por pura necesidad aprendí. Juntaba las herraduras gastadas que tiraban y yo se las ponía a mis caballos", contó el herrador, quien ahora tiene 66 años.

Por necesidad y por aventura, Antonio salió de su tierra natal Aguascalientes para buscar mejores oportunidades y por casualidad cayó en la Perla Tapatía.

"El camión desde Aguascalientes me costó tres pesos, fue como en el año 1963, Guadalajara era muy pequeña, y yo llegué con huaraches, yo no conocía a nadie y caminé para donde vi más casas, y llegué a la Plaza de la Bandera, y justamente ese día ahí conseguí trabajo de cargador".

Toño trabajó un año en ese empleo, y cinco más como chofer de un trailer, pero en una visita al Lienzo Charro de Guadalajara conseguiría el empleo que aún conserva.

"Un día vine a ver una charreada y como no estaba el herrador, ya que se había ido de vacaciones, pues yo me ofrecí, y me quedé. Después cuando regresó el otro le dijeron que el puesto ya estaba ocupado, ya que les gustó mi trabajo", dijo Don Toño entre risas.

Antonio dice tener una conexión...

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