Rebanadas/ Otra buena opción para los sushis
| Autor | Cony de Lantal |
Con la intención de probar un nuevo restaurante de sushis nos fuimos mi marido y yo a un pequeño local ubicado en plaza Glorieta, frente a la Glorieta de Chapalita, llamado Ghirö-Sushi. La dirección exacta es Guadalupe 1162-1 y está en la planta baja de dicho centro comercial.
Llegamos y nos encontramos con un lugar muy cómodo de apenas unas diez mesas cuyo adorno principal es una gran pared pintada de rojo y con dibujos hechos por los comensales que además le escriben algún deseo de buena suerte.
En su carta se incluyen especialidades propias de la comida japonesa, pero además le han agregado el mexicanísimo toque del chile, ya que tienen unas entraditas que se llaman Ghirö Chili, que son un chile "güero" relleno de salsa tampico y empanizados.
Los rollos, conos y tempura son algunos clásicos que el Ghiro Sushi ofrece a sus comensales. Nosotros pedimos de entrada los mencionados chilitos y los completamos con un gohan especial, de 20 pesos, para mi marido; y un tepanyaki especial, de 60 pesos, para mí.
El gohan venía servido con aguacate, queso crema y salsa tampico que por cierto, aquí quiero hacer un paréntesis, no he probado salsa tampico más rica que la que servía el desaparecido Sushi Itto (lo vamos a extrañar), pero la pueden encontrar en el súper por un precio cercano a los 20 pesos.
En fin, aunque un poquito seca la salsa tampico, el chilito estaba muy bueno y sobre todo con sabor original. Mi tepanyaki estaba buenísimo, servido con verduras como calabacita, col y brócoli; carne de res, pollo y camarones.
Como plato fuerte, mi marido pidió un rollo arco iris, de 50 pesos, hecho a base de arroz, con cubierta de queso y salmón, con camarón adentro.
Yo me incliné por un cono de salmón de 27 pesos y ambos estaban buenísimos.
La cantidad de las porciones era adecuada para el precio y el hambre que teníamos. Llamó nuestra atención que los rollos lucían frescos y sabían mejor.
La presentación de los platos es buena, sencilla, pero con ciertos encantos, como el hecho de poner una figura similar al logo del restaurante con salsa de la casa.
El servicio es un tanto informal, es decir, no hay alguien que esté muy al pendiente de lo que necesitas, tal vez porque el pequeño espacio y la facilidad de llamar al primero que te encuentres lo propicia, pero no por ello deja de ser bueno.
El lugar es agradable y notamos que a esa hora llegan algunas familias a comer acompañados de los niños o jóvenes que salen de la escuela.
Es una buena opción para...
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