Para un buen futuro, un buen presente

AutorLucina Guerrero

La educación informal corresponde a los padres, enseñando a los niños a medirse y a autogobernarse. Es en familia donde se aprende a relacionarse adecuadamente.

En el diario vivir, en nuestras múltiples ocupaciones, convivimos con nuestra familia, amigos, conocidos, compañeros de estudio o de trabajo. Dentro de las normas de convivencia interactuamos en un marco de relaciones establecido de acuerdo a la relación que tengamos con ellos de manera similar o diferente.

En la actualidad la sociedad ha crecido a tal grado, que frecuentemente a las personas con las que no hay ninguna clase de relación no las tomamos en cuenta, ya que es imposible ir por las calles saludando a todo aquel que se cruce en nuestro camino. Incluso por las múltiples actividades que desempeñamos diariamente estamos inmersos en un constante devenir.

No podemos soñar con que los niños y jóvenes sean un futuro que promete, si primero nosotros los adultos, no somos un buen presente.

Aprender a querer es el resultado de la adquisición de hábitos como la responsabilidad, el respeto, la solidaridad, la generosidad; es saber medirse, gobernarse, saber poner en el centro de las intenciones el "tú", el "ustedes" y el "nosotros" antes que el "yo". Es tener la confianza de la capacidad de ir más allá de los egoísmos para dar lo que somos y tenemos.

Lo que cada padre de familia es resulta importantísimo en la educación, porque cada hijo es espejo del esfuerzo y el amor; refleja la propia forma de ser y ver las cosas de los padres.

Es por esto que la paternidad y la maternidad son ante todo prestigio, confiabilidad, ejemplo y fuerza educativa, ¿quién podría querer el bien de los hijos de mejor manera que como lo hacen los padres? ¿A quién más que a ellos les interesa su felicidad? Si nosotros como padres no nos superamos para ser los mejores, en lo posible, ¿quién más lo hará por nosotros? Es en familia donde se aprende uno de los aspectos más importantes de la vida, que es relacionarse adecuadamente, saber dar y saber recibir; dar y recibir ayuda, consejo, apoyo, cosas, conocimientos, felicidad, etcétera.

También los padres somos presa fácil de malos...

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