¡Qué Boston ni que nada!

Correr un maratón en la Ciudad de México, Chicago, Boston o Berlín no se compara con hacerlo en la sala de tu casa y eso es lo que hizo la mañana de ayer Juan Carlos Blanco debido a la cuarentena por el Covid-19.

Mientras unos hacen maratones de series o películas, este abogado de 36 años de edad, con 11 años como corredor, decidió seguir el ejemplo del francés Elisha Nochomovitz, quien hace unos días corrió en su terraza.

El deportista capitalino decidió recorrer más de 3 mil 500 veces los 11.6 metros que mide la sala de su hogar, ubicado en la Colonia Narvarte, para completar los 42.196 kilómetros que implica correr un maratón.

"Ya estaba yo en cuarentena, me pareció un buen reto. Desde un principio sabía que no sería un reto físico, sino un reto mental porque ciertamente el espacio es muy reducido. La superficie hace que quizás sea más propenso a lesionarte, a cansarte, a golpearte, el calor", relata.

Contactó a Elisha en redes, lo que terminó por convencerlo y decidió emprender el desafío con ayuda de su pareja e hijas, computadoras, celulares y la motivación de centenares de internautas.

"Teníamos transmitiendo con tres celulares, dos computadoras, checando la interacción en Facebook. Eso me ayudó mucho porque, a diferencia de otros maratones, en los que simplemente corres y vas concentrado completamente en la ruta y muy mentalizado a terminar, aquí fue diferente porque llevas un ritmo más relajado, vas interactuando con la gente", detalla.

Muchos le dijeron que parecía un hámster dando...

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