Bosqueja rutas gestión cultural

AutorFrancisco Morales V.

Tras años de luchar a contracorriente con la burocracia -y la corrupción- de la Ciudad de México, los espacios culturales independientes de la capital se alistan para tener una ley que los reconozca y los regule.

El borrador de esta iniciativa ha sido elaborado colaborativamente por teatros, foros musicales y centros culturales varios, y será presentada por la diputada local Gabriela Osorio, presidenta de la Comisión de Derechos Culturales del Congreso de la urbe.

El proyecto busca dar cumplimiento a lo dispuesto en la Constitución de la Ciudad de México, donde, por primera vez, se hace referencia a estos espacios como sitios con características propias que los diferencian de giros como recintos de espectáculos masivos, restaurantes, bares o centros nocturnos.

"Ésta ya es una demanda que viene desde hace muchos años. La primera es la solicitud de que sean reconocidos como espacios culturales, porque no están reconocidos en la ley y son tratados como bares, como un establecimiento mercantil", explica Osorio.

Tradicionalmente, reconoce la legisladora, un espacio cultural independiente ("ECI", en la ley), encuentra un caudal de obstáculos cotidianos para operar en la Ciudad, puesto que no existen regulaciones a su medida.

"Varios de estos espacios han clausurado, muchos han cerrado, una, por la cuestión de recursos, que es complicado mantener un espacio cultural porque son autogestivos, se vuelve complicado; y ha habido confrontaciones, hostigamiento, por parte de las autoridades", abunda Osorio.

La Ley de Espacios Culturales Independientes pretende, entre otras cosas, dotarlos con un certificado anual para distinguirlos, proveerlos con una ventanilla única de atención, crear un Consejo Consultivo para perfeccionar su reglamentación y establecer al recién creado Instituto de la Defensa de los Derechos Culturales como mediador en conflictos.

El borrador de la iniciativa, que se encuentra en su etapa de revisión final, fue elaborado a partir de mesas de trabajo con numerosos espacios independientes y documentos previos que algunos de ellos ya habían generado.

Uno de estos proyectos es el de la Red de Espacios Culturales Independientes (Recio), una asociación civil constituida por cerca de 20 sitios que, desde hace años, pugna por esta legislación.

"No teníamos representatividad. El problema es que no existíamos en ninguna parte", dice su presidenta, Itari Marta, sobre la coyuntura que los llevó a constituirse.

Desde la red han cabildeado con...

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